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MONSEÑOR STANOVNIK VIAJA A BOGOTÁ PARA PARTICIPAR DE UN ENCUENTRO EPISCOPAL

Los días 1, 2 y 3 de diciembre, en Bogotá, en la sede de la Conferencia Episcopal Colombiana, se desarrollará un “Encuentro de católicos con responsabilidades políticas al servicio de los pueblos latinoamericanos”. Esta es una iniciativa en conjunto de la Comisión Pontificia para América Latina (CAL) y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), con el beneplácito del papa Francisco. Como miembro de la CAL, participará de estas jornadas, el Arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik.

Se prevé que de este evento, que lleva como frase iluminadora: “La política es una de las formas más elevadas de la caridad, porque sirve al bien común” (Papa Francisco, 16.IX.2013), la participación de unos 70 dirigentes políticos con importantes responsabilidades junto con 20 Cardenales y Obispos de los diversos países latinoamericanos.

El objetivo principal de este encuentro será el intercambio de experiencias, testimonios y reflexiones sobre la experiencia de laicos católicos que asumen responsabilidades políticas al servicio de los pueblos latinoamericanos, convocados en sede eclesial.

Otros objetivos son poner a la Iglesia, y en especial a sus pastores, en actitud de escucha ante las situaciones y necesidades que viven los católicos con responsabilidades políticas; buscar las modalidades más adecuadas para acompañarlos, sostenerlos y alimentarlos en ese compromiso; alentar, desde la distinción entre comunidad eclesial y comunidad política, una mayor participación de los laicos comprometidos en la vida política en la comunión y misión de la Iglesia; y alentar una mayor atención a sus necesidades por parte de las comunidades cristianas y sus pastores.

Actividades

Se prevé una dinámica de mucho diálogo, guiado por algunas conferencias o paneles que serán presentados por algunos de los participantes. Como tema de apertura se planteará una reflexión sobre las “prioridades, desafíos y tareas de la política en América Latina según el magisterio del papa Francisco y del episcopado latinoamericano”, para luego generar un intercambio constructivo entre los participantes, prelados y laicos.

También están previstos dos paneles principales que guiarán las reflexiones. El primero, a cargo de los mismos políticos invitados, trataría de responder a la pregunta ¿qué le dicen los políticos a los pastores y a las comunidades cristianas?; mientras que el segundo, dirigido por algunos de los Cardenales u Obispos invitados, trataría de responder a la pregunta ¿qué le dicen los Pastores a los políticos?

Estarán presentes algunos temas de actualidad y de interés tanto de la Iglesia como de la sociedad misma, como la vida y la familia; la educación; el desarrollo integral y la inclusión social; la ecología humana y natural de la convivencia; una cultura del diálogo y del encuentro y de la pacificación; y el problema de las migraciones.

Finalmente, se cerraría la reflexión con una conferencia sobre “las características fundamentales del testimonio y la acción del católico en la política, a la luz del magisterio del papa Francisco y del servicio a los pueblos latinoamericanos” y sobre “cómo formar una nueva generación de católicos en la vida política”.

Presencia y contribución

A diez años del documento de Aparecida, la Iglesia en América Latina tiene urgida conciencia de la importancia de la presencia y contribución de “discípulos y misioneros en la vida pública” (nn. 501 y ss.). El Santo Padre Francisco lo ha recordado especialmente, indicando como tema de la Asamblea plenaria de la CAL, que tuvo lugar en el Vaticano del 1 al 4 de marzo de 2016: “El indispensable compromiso de los laicos católicos en la vida pública de los países latinoamericanos”. Este tema dio lugar, además, a la muy importante Carta que el Papa envió al Cardenal Marc Ouellet el 19 de marzo de 2016.

Por estos motivos, se ha sentido la exigencia de afrontar de modo inédito esta realidad. No es objetivo de este encuentro, obviamente, forjar un bloque católico en la vida política ni el de promover uno u otro partido político, sino, por una parte, poner a la Iglesia, y en especial a sus Pastores, en actitud de escucha ante las situaciones y necesidades que viven los católicos con responsabilidades políticas y, por otra, buscar las modalidades más adecuadas para acompañarlos, sostenerlos y alimentarlos en ese compromiso. Se trata, pues, de alentar, desde la distinción entre comunidad eclesial y comunidad política, una mayor participación de los laicos comprometidos en la vida política en la comunión y misión de la Iglesia y una mayor atención de las comunidades cristianas y sus Pastores a sus necesidades.

Algunos criterios importantes que han inspirado la realización de este importante encuentro y que servirán como fondo para la reflexión son:

– la consideración de la contribución original de los católicos en la vida pública, en el cuadro del diálogo democrático y el pluralismo político.

– la necesidad de inculturar la doctrina social de la Iglesia –dignidad de la persona, subsidiariedad y solidaridad– en el contexto latinoamericano.

– la consideración del impacto, las interpelaciones y las enseñanzas del primer papa latinoamericano sobre la incidencia del Evangelio en la vida personal y familiar, así como en el cuidado de la casa común y su construcción según justicia y fraternidad.

– a la luz de lo anterior, la necesidad de afrontar los desafíos fundamentales de la identidad, unidad e integración latinoamericanas, de la custodia de la vida, del matrimonio y la familia, de la importancia de la educación, del crecimiento económico con justicia y equidad, de la inclusión de los sectores marginados y “descartados”, de las políticas hacia un pleno empleo, de la rehabilitación de la dignidad de la política y de promoción de la participación popular, del cuidado de la casa común en su ecología natural y humana, del combate contra el narcotráfico y todo tipo de adicciones, corrupciones y violencias, de la construcción de la paz, de las convergencias nacionales y populares en pos del bien común.

– en palabras del Papa Francisco, el reconocimiento de que “el laico, por su propia realidad, por su propia identidad, por estar inmerso en el corazón de la vida social, pública y política, por estar en medio de nuevas formas culturales que se gestan continuamente, tiene exigencias de nuevas formas de organización y de celebración de la fe” (Carta del papa Francisco al Card. M. Ouellet, 16 de marzo de 2016).

– la tarea de educar en el reconocimiento mutuo y en el diálogo, en la comunión eclesial, de católicos con diferentes opciones políticas.

– la necesidad urgente de modalidades adecuadas y eficaces para suscitar y formar nuevas generaciones de dirigencias políticas entre los católicos.

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