España aplastó 6 a 1 a una Argentina sin respuestas
Es arriesgado visitar hoy a España. Y la ecuación se complica aún más sin Messi, que no pudo ser titular por una molestia en el aductor derecho. Pero la prueba vale la pena para probar el potencial de la Argentina de cara a la cita más importante, el Mundial de Rusia.
El equipo de Julen Lopetegui llegaba al choque en el estadio Wanda Metropolitano donde el Atlético de Madrid de Diego Simeone hace de local con un invicto de 17 partidos. Y con algo que pretende Jorge Sampaoli para la Argentina: identidad.
Quedó claro desde el primer minuto. España hace gala de la tenencia de la pelota, de triangulaciones, toques cortos, paciencia y juego colectivo en cualquier sector de la cancha.
La Argentina quiere llegar a ser eso. Apunta a que su idea se parezca a la española aunque, claro está, no tiene la misma característica de jugadores ni el tiempo suficiente de trabajo.
A pesar de las falencias, el equipo de Sampaoli salió a jugar con una saludable intención de plantarse de igual a igual.
Salió jugando desde el fondo, desde Sergio Romero, pasando por los laterales Bustos y Tagliafico. Con Lo Celso partiendo desde la derecha y Maxi Meza en la otra banda. Ever Banega fue el volante más suelto, casi de enlace como lo hace en Sevilla.
La diferencia en el primer tiempo estuvo más en las áreas que en la elaboración. Porque Argentina había hecho bien la tarea pero en las dos chances de gol que tuvieron los españoles marcaron y pusieron el partido cuesta arriba.
El local fue pura contundencia. Con pases filtrados y toques a la red. Así fue el 1-0 de Diego Costa, que definió bien ante la salida de Chiquito Romero y en el envión chocó con el arquero, que debió dejar la cancha con dolores en la rodilla derecha. Esa fue solo la apertura de lo que terminaría en una goleada histórica.