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INVESTIGAN A MÁS POLICÍAS INVOLUCRADOS EN EL CASO DE TARJETAS CLONADAS

El cabo apresado el fin de semana cuando “apretaba” a dos prófugos de la Justicia está sospechado de participar en las estafas reiteradas, descubiertas hace un mes, caso por el que antes cayó un sargento. Hay un tercer efectivo, en actividad, “bajo la lupa”.
El efectivo de la Policía de Corrientes detenido el domingo en la localidad de Empedrado, cuando junto a otros hombres y una mujer consumaba un presunto “ajuste de cuentas” contra dos prófugos de la Justicia, también estaría relacionado a un caso de estafas reiteradas con el uso de “tarjetas clonadas”.

En las últimas horas trascendieron nuevos detalles sobre el proceso investigativo sobre el robo de dinero de cajas de ahorro y compras con tarjetas truchas.

Además del sargento Marcelo A., apresado hace poco más de dos semanas, en el ilícito estaría implicado el cabo Diego Alberto O., de 27 años. De acuerdo a información conocida por diario época, habría evidencia importante sobre la supuesta relación entre el sargento y el cabo con el tema de las estafas. Más trapitos al sol.

Este último, cayó el fin de semana junto a su hermano y tres amigos (dos hombres y una mujer) mientras intimidaban a los hermanos Luciano Alejandro E., alias “Kekín”, de 31 años, y Jorge Omar E., de 30, de apodo “Negro Moro”, en un complejo de cabañas.

Dentro de una misma trama hay tres delitos entrelazados. Por un lado, las estafas; segundo el tema del “ajuste” y tercero el caso de Abril, la chica de 15 años que murió el 11 de octubre como consecuencia de una sobredosis de cocaína en la capital correntina.

Los hermanos “Kekín” y “Negro Moro” están sospechados de haber intoxicado a la menor durante una reunión en una casa del barrio Patono, donde varios hombres al parecer tenían intenciones de abusar de ella sexualmente. Luego de saber que los buscaba la Justicia, decidieron escapar al interior.

Lo ocurrido en Empedrado deja al descubierto un tema preocupante. Esos hermanos conocían y presuntamente mantenían una “deuda” (¿de negocios ilegales?) que el cabo de policía junto a las cuatro personas que lo acompañaban “reclamaron”.

Dos de los hombres que estaban con el efectivo “tienen sobrados antecedentes” respecto a comportamientos ilícitos. Son Rodolfo T. y Ricardo C.

“El sólo hecho de mantener relación con personas de dudosa conducta y antecedentes delictivos amerita el automático pase a disponibilidad y hasta la expulsión de la fuerza”, resumió, con firmeza, una importante autoridad consultada por este diario acerca del hecho protagonizado por el cabo.

Y no pasó desapercibido que dentro del automóvil en el que se movilizaban (un Chevrolet Corsa) las autoridades locales hayan encontrado dos armas de fuego, además de la pistola reglamentaria del policía aprehendido cuando trataba de escapar, luego de irrumpir en una de las cabañas (donde estaban escondidos “Negro Moro” y “Kekín”) y causar daños.

Bajo la “lupa”

Cuando sucedieron los primeros procedimientos respecto al fraude con las “tarjetas clonadas” comenzó a instalarse un rumor que de a poco fue cobrando fuerza. “Hay policías involucrados”, era el comentario puertas adentro de la institución.

Los pasos siguientes, es decir la pesquisa correspondiente, de parte de la propia Policía permitió saber que aquella versión tenía mucho de cierto.

Ya son dos los efectivos sospechosos en el tema. Pero no parecen ser los únicos que supuestamente incurrieron en este delito. Corre como reguero de pólvora el nombre de un tercero, quien continúa en plena actividad.

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