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El Gobierno cambió las metas de inflación para impulsar la economía

Las discusiones en la cúpula del Ejecutivo por las tasas altas derivó en una recalibración de las metas, con efecto inmediato en el dólar, que batió un récord por la futura baja de tasas.

Inmediatamente después de haber obtenido la aprobación del paquete de leyes económicas, el Gobierno anunció ayer la modificación de las metas de inflación con el objetivo de impulsar el crecimiento económico, que debería ser de un 3,5% anual en tres años. El objetivo del 5% fue postergado hasta 2020 inicialmente era el objetivo de 2019 y el año que viene se intentará alcanzar un modesto 15%, en lugar del 10% estipulado a principios de este año.

 

Para realizar un anuncio de esta magnitud, que implica una marcha atrás de los objetivos que enarbolaba y por los cuales brega el Banco Central, el Ejecutivo dispuso una conferencia de prensa en Casa Rosada, que fue encabezada, temprano por la mañana, antes de la apertura de los mercados, por el jefe de Gabinete, Marcos Peña; los ministros de Hacienda y de Finanzas, Nicolás Dujovne y Luis Caputo; y el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger.

Después de ocho minutos de balance del año, Peña confirmó que se recalibrarán cuestiones que no transforman el foco de bajar la inflación. Instantes después, Dujovne justificó que habrá mayor previsibilidad y que ahora hay más información que en enero de 2016, cuando se plantearon las primeras metas.

Luego de dos años consecutivos de no alcanzar los números establecidos (en 2016 la meta era de 25% y terminó en 40%; para este año se había fijado entre 12-17% y concluirá cerca de 25%). Ahora, ya no habrá bandas de inflación estipuladas (era de 8-12% en 2018), sino un solo objetivo: 15% el año próximo, 10% en 2019 y 5% en 2020.

Las metas fiscales, por su lado, quedaron ratificadas. El Gobierno confía en que bajará un punto porcentual el déficit primario en los siguientes tres años: de 4,2% del PBI en 2017 a 3,2% en 2018, y así sucesivamente. Para el equipo económico, cerramos el 2017 con crecimiento, reducción de la inflación, bajas del déficit y del gasto primario como porcentaje del PBI y caída en la presión tributaria.

La conferencia, en el Salón de los Pueblos Originarios de Casa de Gobierno, tuvo una inusual duración de dos horas y contó en primera fila con funcionarios de Hacienda, Finanzas y del BCRA.

La tribuna económica se dividió entre los que creen que el Ejecutivo avanzó sobre la independencia del BCRA algo que el ex ministro Alfonso Prat Gay no pudo conseguir, y los que dicen que el Gobierno es quien define la pauta y el BCRA tiene autonomía para decidir cómo la va a cumplir.

Fuentes de la autoridad monetaria evaluaron que su independencia no está afectada, porque el que fija las metas de inflación siempre es el Ejecutivo. Aunque algunos economistas opinaron lo contrario ( ver pág. 6), desde Hacienda coincidieron. Ser dependiente es seguir las órdenes de cómo hacer la política monetaria, pero el Ejecutivo siempre le pone la pauta al Central, afirmaron desde el Ministerio.

El día siguiente a la sanción del Presupuesto 2018 por el Senado, que prevé una inflación promedio de 15% y un dólar a $ 19,30, Dujovne aseguró que esas cifras cambiarán muy poco. Ratificamos los números del Presupuesto, afirmó.

En la última semana de 2016, Prat-Gay renunció luego de un año de diferencias con el tridente de la Jefatura de Gabinete de Peña-Quintana-Lopetegui, en lo que se interpretó como una victoria del dogmatismo de Sturzenegger frente al pragmatismo de Prat-Gay.

Sorprendió que la modificación de la pauta inflacionaria fuera anunciada por Dujovne y no por el presidente del BCRA. Acostumbrado a hablar únicamente a través de discursos y exposiciones preparadas meticulosamente, Sturzenegger reconoció que se reorienta la política monetaria y valoró que que desde 2020 la inflación dejará de financiar al Tesoro. A partir de ese año, el BCRA dejará de asistir al Tesoro más allá de la tasa de crecimiento del año precedente multiplicada por la base monetaria. El dato que llevó a los mercados es la reducción a la mitad en 2019 de las necesidades del Tesoro. Si en 2018 serán de $ 140.000 millones, en 2019 se reducirán a $ 70.000 millones, para aterrizar en la fórmula de señoriaje en 2020.

Hasta ahora, Sturzenegger venía repitiendo que cambiar la meta es como no tenerla. Ahora, a su pesar, reconoció en un casi imperceptible es así.

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