Interior

Goya: Construyen rampas para personas con discapacidad

Para pensar en una sociedad inclusiva debemos partir de la Integración. Cuando uno integra a una persona a todos los ámbitos de la sociedad, lo hace sentir parte, da el primer paso para que desde ese sentido de pertenencia a un lugar pueda sentirse que es parte del todo, que está incluido en la sociedad donde transita.

Pensar en este concepto desde la discapacidad requiere de una mirada más amplia, de contemplar todos los elementos que contribuyan a la inclusión, para integrarlos a la sociedad, con la plenitud de derechos y la necesaria contrapartida de las obligaciones.

Para que este sentir o pensamiento no quede en la mera expresión de deseo, no se convierta en un slogan “marketinero”, requiere de acciones concretas, de hechos que demuestren la necesidad de articular Estado y entidades, Estado y sociedad, la capacidad suficiente para crear esos espacios que incluyan a las personas con discapacidad.

Muchas veces nos contentamos con el hecho de conquistar o adquirir algunos derechos, como los laborales, sociales, culturales, la oportunidad de ingresar a determinados lugares, olvidándonos de algo fundamental en el diario vivir, en la realidad cotidiana: el acceso, la accesibilidad.

Hoy desde esta Administración Municipal, motorizado desde la Coordinación de Discapacidad se brega por esa inclusión, por la construcción de lugares que faciliten la accesibilidad a las personas con discapacidad.

Eliminar las barreras arquitectónicas es uno de los temas pendientes para permitir la integración de las personas con discapacidad en la sociedad. A su vez abrirá caminos en los ámbitos familiares, laborales y sociales. Por ejemplo: los obstáculos que una persona con discapacidad debe sortear tanto en edificios como en el espacio urbano.

Las barreras físicas son las que encontramos en la mayoría de los espacios públicos, es decir plazas, aceras y demás lugares. También los edificios en general escasean de adecuadas soluciones a estos inconvenientes. Escalones, escaleras, ascensores diminutos, puertas en mal estado, veredas rotas y baños públicos no adaptados son las principales causas que afectan a las personas con discapacidad.

CREAR CONCIENCIA

La falta de movilidad es un problema muy grave, con consecuencias en muchas facetas de la vida de las personas con discapacidad. Implica no poder desplazarse, en algunos casos, no poder comer solo, no poder visitar a un amigo, no ir al cine, no poder hacer compras, no poder ir a trabajar y podríamos ocupar varias líneas sobre las limitaciones que se sufren. Entonces queda en evidencia que la discapacidad tiene libertad condicional si no se plantean situaciones. Las personas que necesitan sillas de ruedas o bastones precisan unos espacios mínimos para poder maniobrar, esto implica obligatoriamente mayor superficie, una adecuada distribución y mobiliarios adaptados y prácticos. La concientización de los profesionales también debe ser reforzada.

La problemática del aprendizaje, de las necesidades de una persona con discapacidad es tan importante como la realización de obras, ya que si el “común” de la gente supiera cuál es el perjuicio que ocasiona al dejar estacionado su auto en un acceso a rampa, en alguna salida de Garage, o algún estacionamiento para personas con discapacidad, seguramente evitaríamos esta torpeza.

La invisibilidad de los problemas que la discapacidad conlleva, como así también de las variadas soluciones que amerita ponerse en práctica para posibilitar su verdadera integración social, son principalmente por desconocimiento.

SOCIEDAD INCLUSIVA

El primer paso se está dando, no solo pensar sino actuar, por ello la construcción de rampas de accesos pensando en las diferentes discapacidades de movilidad que tienen las personas para que puedan desplazarse o transitar con la menor dificultad posible.

Este trabajo se visualiza en la construcción de las rampas en la calle Belgrano, en el sentido de su recorrido, desde calle Uruguay. Un avance en este diseño de ciudad con lugar para todos, seguramente quedará mucho, pero esto también requiere de algo que estamos aprendiendo en este tiempo, en esta realidad pandémica, la responsabilidad y solidaridad social.

Pensar, actuar en función de las necesidades de los ciudadanos, es el primer peldaño para seguir cambiando de fase integradora e inclusiva; y se requiere no solo del compromiso y acción del Estado, en este caso Municipal, que con estas rampas visibilizado está, sino del ineludible compromiso de la sociedad civil.

“El día que las personas con discapacidad alcancen el bienestar del resto de la sociedad, ese día se podrá decir que la sociedad es completamente civilizada” (Stephen Hopkins).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Radio Sudamericana

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