Continúan los estudios de viabilidad de la represa Itatí-Itá Corá
La UNNE continúa trabajando junto a la Comisión Mixta del Río Paraná (COMIP) en los estudios de prefactibilidad para la eventual construcción de una represa hidroeléctrica sobre el río Paraná: la central multipropósito Itatí – Itá Corá.
Es por esto que los integrantes del equipo interdisciplinario encabezado por la universidad se reunió en el Rectorado con miembros de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) y de la COMIP para discutir el borrador del Estudio de Condicionantes Ambientales (ECA), realizado por cada grupo del equipo de consultores para arribar a un documento final.
En este contexto, la UNNE se posiciona como un actor trascendental, ya que coordina a través de sus profesionales los estudios de factores intervinientes en el proyecto: suelo, peces, aguas subterráneas y superficiales y condicionantes sociales tales como el patrimonio cultural y las actividades económicas, entre otros.
De esta manera, la universidad es la autoridad que determinará qué estudios hay que hacer, quiénes son las personas más idóneas para realizarlos y a qué resultados se debe arribar para permitir que la obra se realice. Un hecho inédito en estructuras de esta magnitud, generalmente delegadas a consultoras privadas.
A partir del informe final analizado en esta instancia, el equipo de consultores está en condiciones de avanzar a la segunda etapa, que consiste en el estudio de impacto ambiental propiamente dicho a realizarse donde se observan condicionantes de carácter moderado y severo (de acuerdo a una matriz de medición de riesgos).
El subsecretario de Vinculación y Transferencia Tecnológica de la UNNE, Juan Pablo Roux -quien además es consultor del rubro peces- reveló que “caso el 70% de las actividades evaluadas son severas o moderadas, lo cual exige un trabajo mucho más profundo para determinar qué tipos de trabajos previos se requieren antes de la eventual ejecución de la obra y no volver a cometer los errores de Yacyretá, donde se pensaron los impactos socio ambientales una vez que la represa ya estaba construida”.
El proyecto Itatí-Itá Corá, visualizado ya en los años 80, exige estudios previos imprescindibles para lograr un impacto lo menos nocivo posible en el medio ambiente y la sociedad locales.
Dentro de las acciones principales a realizar se destaca el estudio de la fauna y flora terrestres y acuáticas, el factor social, el patrimonio cultural, las agua subterráneas y superficiales y clima. Una represa de ese calibre implica muchos cambios ambientales a mitigar, con lo cual se busca tener un diagnóstico previo y no posterior a su construcción, como fue el caso de la central de Yacyretá.