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SIGUEN CAYENDO POLICÍAS VINCULADOS A DELITOS DE DIVERSA MAGNITUD

Por el caso de las “tarjetas clonadas” hay un detenido y suenan nombres de otros dos. Respecto al robo de autopartes de un depósito judicial, un sargento intentó sobornar a sus camaradas. Mientras un operativo de una fuerza federal puso “nerviosos” a otros tantos.
Filas adentro de la Policía de Corrientes hay revuelo por los últimos casos de efectivos detenidos bajo sospechas de cometer distintos delitos. Y parece que no todo quedaría allí. Hay versiones muy fuertes, en las que los nombres de otros tantos funcionarios son relacionados a hechos ilícitos. Mientras desde la Jefatura de la institución guardan silencio ¿Seguirán tirando de la cuerda?.

Denuncias de estafas y vaciamiento de cuentas bancarias son apenas algunos de los recientes delitos que salieron a la luz. A causa de ello existe un sargento identificado como Marcelo A., detenido en la Unidad Especial de Bomberos a disposición de la Justicia. Apenas trascendió esta noticia comenzaron a ventilarse numerosas versiones con nombres y apellidos de personas integrantes de la fuerza de seguridad, quienes ya estarían bajo cierto proceso investigativo.

Buena cantidad de indicios y datos de la existencia de una presunta “asociación ilícita”, conformada entre civiles y policías, fue recopilada merced a un buen desempeño de hombres de la propia institución.

La banda criminal que cometió estafas a granel y perjudicó a decenas de personas con la metodología de tarjetas “clonadas” o “truchas” tendría como integrante al sargento mencionado, quien a partir de su detención ha sido pasado a “disponibilidad preventiva”.

Este policía quedó contra las cuerdas a partir de una investigación disparada a fines del mes de septiembre, que cobró mayor fuerza a principios de este mes cuando tres jóvenes resultaron demorados en el shopping capitalino, mientras hacían compras por más de 30 mil pesos con uso de cuentas de terceros.

El viernes 6, ante esos episodios y denuncias recurrentes, se produjo el allanamiento en una casa del barrio Santa María donde detuvieron a dos jóvenes que serían parte de igual red de estafadores. Allí se incautaron cerca de 400 mil pesos, computadoras y otros elementos de interés.
La ostentosa vida de algunos efectivos cercanos a ese sargento llevó a que en la propia fuerza comenzara a mirarlos de reojo. Si bien hasta el momento no existirían pruebas firmes, cuanto menos les cabría el mote de “sospechosos”, dejó entrever una fuente.

“Arreglemos”

El sábado a la madrugada, en la localidad de Santa Ana cayeron el cabo primero Julio O. y el sargento David B., junto a un mecánico, por la presunta sustracción de costosas partes de vehículos secuestrados en el depósito judicial conocido como el “Ex Zarpa”.

Los accesorios robados estaban cargados a una camioneta, interceptada por efectivos de la comisaría local que estaban en trabajos de prevención.

Un diario local supo, en base a las actuaciones de las que participa la Fiscalía en turno, que el sargento descubierto en flagrancia habría intentado sobornar a sus camaradas. “Vamos a arreglar; arreglemos”, sería la frase que empleó tratando de convencer a sus pares mientras éstos realizaban la labor que correspondía.

“Nerviosos”

Por otra parte, un procedimiento de una fuerza federal realizado este año en la capital de la provincia habría dejado muy “nerviosos” a varios efectivos, sobre quienes existe alguna desconfianza.
“Escuchas telefónicas” y datos conexos de pesquisas a personas que luego terminaron presas, en relación a temas de narcotráfico, dejaron en el tintero una serie de dudas.

En este sentido, la Justicia no tendría los fundamentos contundentes para proceder, al menos por ahora.

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