Destacan el trabajo de reintroducción de especies para favorecer los ecosistemas

En estos días el mundo debate la necesidad de mantener el calentamiento global de este siglo, por debajo de 1.5°C frente al cambio climático. En este sentido los 190 líderes mundiales que participaron de la vigésimo sexta conferencia de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 26), tienen bien definido que la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas, son los factores preponderantes que producen los gases que atrapan el calor.
Entre tanto, el 5 de junio -Día Mundial del Ambiente-, la ONU propuso recobrar los ecosistemas dañados, con el objetivo de recuperar al menos 1000 millones de hectáreas de tierras degradadas antes de 2030. De esta manera el organismo internacional puso foco en la recuperación de ecosistemas, porque se pierden nada menos que 10 millones de hectáreas de bosques cada año: “La restauración de ecosistemas puede tomar muchas formas: plantar árboles, reverdecer ciudades, reintroducir especies silvestres en los jardines, cambiar la dieta o limpiar ríos y costas”.
Según datos del Informe Planeta Vivo 2020, las poblaciones mundiales de mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces sufrieron una disminución promedio del 68% debido a la destrucción ambiental por las actividades humanas. En América Latina la reducción, en promedio, fue del 94% y las principales amenazas son la alteración de bosques, humedales, pastizales y sabanas, la sobreexplotación de especies, el cambio climático y la introducción de especies exóticas.
No obstante, en el nordeste argentino el trabajo mancomunado entre organizaciones de la sociedad civil, entidades del gobierno nacional y estados provinciales, ha permitido avanzar con la recuperación del ambiente, a partir de la creación de nuevas áreas protegidas y la puesta en marcha de proyectos de reintroducción de especies animales extintas o en vías de extinción. En la última década los Esteros del Iberá y el Impenetrable chaqueño han sumado unas 300 mil hectáreas para la conservación, entre ambas provincias.
EL REGRESO DE LOS AUSENTES EN ESTEROS DEL IBERÁ
Después de 70 años de ausencia volvió el yaguareté como especie emblemática a la Provincia de Corrientes. Pero no fue el único: también fueron reintroducidos otros animales que ya tenían certificado de defunción como el oso hormiguero, el pecarí de collar y el guacamayo rojo, entre otros. El ecologista Douglas Tompkins hizo posible esta realidad con la compra de 150 mil hectáreas del dominio privado, para la creación de áreas protegidas y su posterior donación al Estado Nacional.
Desde la Fundación Rewilding Argentina (anteriormente Conservation Land Trust) se pusieron en marcha proyectos tendientes a restaurar poblaciones silvestres. Esta iniciativa además tiene como objetivo corregir la pérdida de biodiversidad en el planeta, a la vez que promueve la obtención de recursos económicos a partir de actividades no invasivas, como el ecoturismo.
Actualmente hay 7 ejemplares de yaguareté que recorren en libertad los esteros correntinos, que ya fueron reintroducidos a la naturaleza después de 70 años de ausencia de la especie. Se trata de Aramí (la primera cría nacida en Corrientes, hermana de Mbareté); Juruna y sus crías Sãso y Sagua’a; y Mariua y sus cachorros Karai y Porã. Ahora la expectativa de los investigadores está centrada en la posibilidad de liberar algunos ejemplares machos, que puedan contribuir a la variabilidad genética de la especie.
Pero el tigre criollo no fue el único en regresar: en 2007 se liberó la primera pareja de Osos Hormigueros. En 2009 la Fundación Rewilding Argentina trasladó ejemplares de Venado de las Pampas al Parque Iberá. Otro tanto sucedió con la reintroducción del Pecarí de Collar, el Guacamayo Rojo, el Muitú y la Nutria Gigante.
REPOBLANDO EL IMPENETRABLE
Por el lado del Impenetrable chaqueño, la ONG ambientalista trabaja en colaboración con la Administración de Parques Nacionales, contando para tal fin con una estación de campo y un equipo estable de biólogos, veterinarios y baqueanos. Durante los años 2018 y 2019 en el Parque Nacional el Impenetrable fueron inventariadas más de 300 especies de plantas vasculares, 250 especies de artrópodos, 60 especies de peces, 45 de anfibios, 60 de reptiles, 320 de aves y 75 de mamíferos. Algunas de estas especies no se conocían en la provincia de Chaco.
En septiembre de 2019 se registraron las huellas de un tigre en el Parque Nacional El Impenetrable, por primera vez desde su creación. Posteriormente una cámara trampa confirmó la presencia en video. El traslado inmediato de una hembra de cautiverio proveniente de Corrientes, facilitó la permanencia del macho silvestre en la zona. Días después se logró la captura de un animal de 4 años y 114 kilos, que posteriormente recibiría por votación popular el nombre de Qaramta (en lengua Qom, “el que no puede ser destruido”). Desde entonces su radio collar emite señales diariamente, permitiendo el seguimiento satelital.
En junio de 2020 la Administración de Parques Nacionales autorizó el apareamiento de Qaramta con Tania, una hembra de cautiverio, que ya había sido madre en Corrientes. El objetivo de esta cruza consiste en generar una población sustentable en el Parque Nacional El Impenetrable, a partir de uno de los últimos ejemplares que habitan la región chaqueña argentina.
Entre el 17 y el 21 de septiembre de 2021, Tania y Qaramta finalmente se cruzaron en un recinto especialmente diseñado para ello. Luego del encuentro, Qaramta retornó a la libertad, y 100 días más tarde Tania volvió a ser mamá, en este caso de Nalá y Takajay. Los cachorros crecerán con la mínima intervención humana, aprendiendo de su madre las habilidades de caza. Cuando alcancen la edad adulta, serán liberados, trayendo esperanzas al futuro de la especie en el Impenetrable chaqueño.
La experiencia demuestra que la conservación del ambiente es posible, apostando al crecimiento económico local a través de las múltiples posibilidades para emprendedores que presenta el turismo de naturaleza en concordancia con los objetivos del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de Ecosistemas. Una misión global para revivir miles de millones de hectáreas, desde bosques hasta tierras de cultivo, desde la cima de las montañas hasta las profundidades del mar.



