CONDENARON A ANDREA TORRES CONDADO POR LA MUERTE DE RUBÉN RE
Es que el fallecido entrenador deportivo tenía una mujer y dos hijas, por lo que por cada damnificada se fijó una suma de 800 mil pesos. De esta manera, Torres Condado fue hallada culpable de haber abandonado a Re, con quien mantenía aparentemente una relación sentimental paralela.
La última vez que la víctima fue vista en buenas condiciones de salud por su familia fue en los primeros días de febrero de 2013, cuando había dicho a sus allegados que iba a realizar un viaje a Buenos Aires.
Así es que el damnificado salió de su casa ubicada en la ciudad de Resistencia, pero en vez de ir hacia la mencionada provincia, se dirigió hacia la villa turística correntina de Paso de la Patria. Lo hizo acompañado de Andrea Torres Condado, quien habría sido su amante.
No obstante, el 6 de febrero, el profesor de tenis fue hallado malherido a unos 30 metros de una casaquinta que ocupaba, la cual estaba ubicada por calle Goya, entre Monte Caseros y Empedrado. Según se recuerda, por las lesiones, Re estaba irreconocible y fue hospitalizado en calidad de NN. Su identidad se supo al cabo de unos días y el caso cobró notoriedad en la prensa sobre todo cuando, poco más de 20 días después, Re falleció internado en el centro de salud chaqueño “Julio C. Perrando”.
Al juicio, que fue llevado en el edificio de Plácido Martínez 1056, Torres Condado llegó en libertad pese a que durante la instrucción estuvo detenida un tiempo siendo procesada a principios de agosto de 2013 y liberada ese mismo mes. En septiembre se había dictado su prisión preventiva, aunque luego su abogado defensor logró su liberación. Es así que llegó sin esposas a la sala de audiencias, acusada por el delito de abandono de persona, ya que la principal hipótesis era que, a bordo de un automóvil marca Honda Fit, atropelló al profesor de tenis y lo dejó abandonado. Pese a ello, según estableció la querella en sus alegatos, Re no murió a partir de las lesiones sufridas en aquella oportunidad, sino que fue por un virus intrahospitalario, lo cual por un lado habría tirado abajo la hipótesis de un homicidio.
Desde un primer momento, la investigación había descartado la hipótesis de robo en el caso Re, ya que tanto su automóvil como otras pertenencias estaban intactas, lo cual apuntaba a que el móvil del ataque fue otro. Los investigadores posaron sus sospechas rápidamente en Torres Condado, quien estuvo junto al profesor de tenis en la mencionada villa turística, según pudo dar fe uno de los testigos, un hombre de oficio carpintero, quien aseguró que en “El Paso”, encontró a Re y este le pidió que le realice unos trabajos en su casaquinta. Junto al profesor deportivo vió a Torres Condado.
Durante el juicio, otro de los testigos, quien era íntimo amigo de Re, contó que llegó a dialogar con Torres Condado y que aparentemente tenía muchos datos pese a que en ese momento se tenía pocas certezas sobre la víctima. El testimonio habría sido fundamental.
No obstante, la defensa de la imputada sostenía que las lesiones sufridas por Re no eran compatibles con las de la embestida de un vehículo y que incluso una de las heridas, la que se produjo en el pecho, se debió a las prácticas de reanimación que se efectuaron para intentar que recobre el conocimiento.
Dicha postura fue apoyada por profesionales médicos que comparecieron en las audiencias. Los testimonios fueron seguidos muy de cerca por los familiares de Re, sobe todo por su esposa Silvia Esquivel y sus dos hijas, quienes al escuchar la mencionada sentencia, no pudieron ocultar las lágrimas y la emoción vivida al momento de conocer la decisión de los jueces del Tribunal Oral Penal Nº2. No era para menos, ya que fue una espera de poco más de cuatro años. “Nadie me devuelve a Rubén, pero quería que salga la condena para que la sociedad sepa lo que ella hizo”, expresó Silvia Esquivel, aunque aclaró que ante una muerte “no se puede estar conforme. Hubo Justicia, si se puede llamar así”. Si bien fue consultada por el resarcimiento económico, opinó que es un tema entre abogados. Vale recordar que la querella había pedido una suma 47 millones. A todo esto, uno de los letrados que representa a la familia, Carlos Navarro, manifestó que intentaría que la suma del resarcimiento definido por los jueces aumente.
Quien se mostró mas conforme con lo actuado ayer fue la hermana de la víctima, Lorena Re, quien primeramente manifestó haber sentido temor ante rumores de que iba a haber connivencia con la, ahora, condenada. Destacó en ese sentido “el papel del fiscal (Gustavo Schmidt)” y del tribunal que “se comportó de acuerdo a lo que hemos pedido. Se hizo Justicia”.
Otro capítulo en el juicio fue una pequeña polémica que ocurrió por fuera de la sala de audiencia y que justamente involucró a Schmidt y al otro querellante, Francisco Leguizamón.
El entredicho se debió a que en el momento de los alegatos, la querella planteó desistir de la acusación por la muerte (ya que entendía que se produjo por sepsis o infección intrahospitalaria) y avanzó con la figura de abandono de persona, por lo que pidió tres años de cárcel. En tanto Schmidt solicitó siete años. Ante la prensa, luego del alegato, el fiscal indicó sentirse sorprendido ante “el cambio de calificación que hizo la querella”. Luego de esto, Leguizamón comentó a un medio colega que evaluaba acusar al fiscal por intromisión. Esto al final no pasó y en la última audiencia sólo se escuchó el fallo.