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En un mes y tras las elecciones el boleto subirá a más de $1.800

En la audiencia pública de la mañana los ediles escucharán a quienes estén a favor o en contra del incremento de la tarifa.

La ciudad de Corrientes se prepara para un nuevo aumento del precio del boleto de colectivo, que se aplicará una vez pasadas las elecciones de octubre. Así lo confirmó el presidente del Concejo Deliberante, Marcos Amarilla, quien, aunque no lo señaló expresamente, anticipó que la «habilitación del monto probablemente sea para el mes que viene», es decir, noviembre.

 

Para mañana, 8 de octubre, a las 13.30, está programada la realización de la audiencia pública en el recinto del Concejo Deliberante. Aunque ese espacio no tiene carácter vinculante, representa la única instancia donde los usuarios podrán expresar su descontento sobre una medida que, de concretarse, volverá a golpear el poder adquisitivo de los trabajadores.

Actualmente el boleto plano cuesta $1.290, pero el Ejecutivo municipal considera necesario un incremento. La propuesta oficial eleva la tarifa a $1.895, mientras que los empresarios del transporte exigen un valor aún mayor: $2.370. En cualquiera de los casos la suba será de entre el 47 y el 84 por ciento más, y dejará a Corrientes entre las ciudades con el boleto más caro del país.

El cronograma legislativo capitalino prevé que, tras la audiencia de mañana, el aumento sea analizado en comisiones desde el 13 hasta el 15 de octubre, y finalmente votado el jueves 16 en sesión ordinaria, aunque podría extenderse hasta el jueves siguiente, a más tardar el jueves 23. En declaraciones radiales Amarilla aclaró que, aunque se apruebe el nuevo precio la aplicación no será inmediata: primero deberán ajustarse los valores en el sistema Sube, trámite que depende del aval de las autoridades nacionales. Por ello, el incremento se haría efectivo recién en noviembre.

SIN CORRELATO CON LOS SALARIOS

El nuevo ajuste se da en un contexto de inflación persistente y de salarios que no acompañan el ritmo de los aumentos. Mientras los trabajadores negocian paritarias que apenas rondan el 20% o el 30% trimestral, el costo del transporte público se encamina a superar los $1.800 por viaje, dejando a miles de usuarios en una situación cada vez más difícil.

Para muchos vecinos el transporte ya representa un gasto insostenible: un trabajador que toma dos colectivos por día gasta hoy casi $52.000 mensuales, cifra que podría superar los $76.000 con la nueva tarifa. En un escenario de pérdida constante del poder de compra, ese aumento no solo es desproporcionado, sino también profundamente regresivo.

LAS JUSTIFICACIONES OFICIALES

Desde el Ejecutivo municipal argumentan que la actualización responde a los costos operativos del servicio: combustible, repuestos, mantenimiento y salarios. El estudio técnico del Sistema Integrado de Movilidad Urbana (Simu) respalda la necesidad de una revisión, aunque los valores propuestos por las empresas superan ampliamente los cálculos oficiales.

Según el intendente y su equipo, la suba a $1.895 busca «mantener la sustentabilidad del sistema» sin trasladar por completo las demandas empresariales al bolsillo de los usuarios. Sin embargo, el propio diagnóstico municipal reconoce que el servicio sigue presentando frecuencias irregulares, unidades en mal estado y una cobertura limitada en varios barrios periféricos.

En otras palabras: el aumento del boleto no garantiza mejoras en la calidad del transporte, apenas sostiene una estructura que los vecinos perciben cada vez más cara y menos eficiente.

LA MIRADA DEL SECTOR EMPRESARIO

Los empresarios del transporte, por su parte, aseguraron que con el valor actual del boleto el servicio es «inviable». El único argumento de siempre. Retoman el reclamo de la reducción de subsidios nacionales y el aumento del costo del gasoil los obliga a trabajar «a pérdida». Pero lo cierto es que en Corrientes las empresas no transparentan sus balances, ni existe un mecanismo de auditoría pública que permita verificar los costos reales del sistema. Además, los usuarios no ven reflejadas en el servicio las subas aplicadas en los últimos años: colectivos envejecidos, frecuencias cada vez más espaciadas y recorridos que no cubren las necesidades de miles de vecinos son parte del paisaje cotidiano.

 

 

 

 

 

 

 

Nortecorrientes.com

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