Liberarán al comerciante que mató a un ladrón que había entrado a robar en su casa

Se trata de Carlos Ramos que en abril de este año asesinó de un disparo a un delincuente que días atrás había ingresado a robar en su domicilio «Primó el sentido común», dijo el abogado de Ramos.
La Justicia de Corrientes ordenó la inmediata liberación de Carlos Ramos, quien estaba detenido luego de haber asesinado de un disparo en el pecho a Emanuel Ponce (32) tras haberlo señalado como el responsable del robo en su domicilio. El crimen ocurrió en abril último en el barrio 17 de Agosto de la ciudad de Corrientes.
«No me esperaba este momento. Y la verdad que la pasé muy mal», aseguró Ramos en comunicación de Radio Dos tras conocer la noticia de que va a poder recuperar la libertad tras permanecer preso durante cinco meses.
Por su parte, el abogado Gustavo Briend dijo que «primó el sentido común» por la decisión de la Justicia en ordenar la liberación de su defendido. «Hay que destacar la decisión de la fiscal Andrea González. A mi cliente se lo condenó por homicidio en estado de emoción violenta», agregó el letrado.
EL HECHO
De acuerdo a la reconstrucción, todo se desencadenó cuando la esposa del comerciante le avisó que habían entrado a robar a su casa. Ramos pudo identificar entonces a los delincuentes a través de las cámaras de seguridad y fue con el video a la comisaría 21 a radicar la denuncia, pero los ladrones sólo estuvieron demorados un par de horas.
Los delincuentes volvieron a la calle y, como si esto no fuera suficiente, empezaron a provocar y a burlarse del comerciante cada vez que se lo cruzaban. Pero la gota que colmó el vaso llegó el miércoles pasado, cuando volvieron a entrar al domicilio de Ramos y lo desvalijaron.
Al día siguiente, el hombre iba en su auto y al llegar al cruce de las calles Yugoslavia y Cerdeña se cruzó con los sospechosos y reaccionó: bajó la ventanilla el coche, sacó un arma y disparó dos veces. Uno de los proyectiles impactó en el pecho de Emanuel Ponce, un hombre de 32 años con antecedentes por distintos delitos. Su cómplice, un delincuente apodado como «Martincito», fue el único testigo directo del hecho.
El comerciante se escapó del lugar, pero fue detenido pocas horas después. Todavía tenía en su poder el arma que usó para matar al sospechoso, que fue secuestrada por los investigadores.