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Aumentan las vasectomías y también las cirugías para revertirlas

Desde el Hospital de Clínicas de la UBA brindan orientación en relación al tema para quienes consideran operarse.

La vasectomía constituye uno de los métodos anticonceptivos masculinos más efectivos y seguros. Su implementación ha crecido significativamente en Argentina en las últimas décadas, en parte gracias a la sanción de la Ley nº 26.130, que garantiza el acceso gratuito y autónomo a la anticoncepción quirúrgica. Ahora bien, especialistas en Andrología han reportado un aumento en las consultas por reversión de vasectomía, especialmente en pacientes que han experimentado cambios en su situación familiar. 

Desde el Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires se reportó anteriormente un crecimiento sostenido en la práctica de vasectomías entre 2019 y 2022: los procedimientos se quintuplicaron, pasando de 22 a 145 intervenciones anuales.

Ahora desde la entidad sostienen que el promedio de vasovasostomías ascendió casi al doble: “el arrepentimiento es 2 al 6% en la literatura pero en nuestro país se hicieron tantas después de la legalización que, de hacer menos de 4 por año, en esta institución en 2025 ya realizamos 7”, afirmó el Dr. Mariano Cohen, jefe de la Sección Andrología del Hospital de Clínicas de la UBA (MN. 91.056).

“Quienes la solicitan son por lo general hombres en quienes aparece el deseo de tener más hijos (80 a 90% de los casos) u hombres de menos de 30 años, con pocos hijos, que se separan después de la vasectomía. Si bien se considera un procedimiento irreversible, la reversión mediante vasovasostomía ha demostrado tasas de éxito variables según el tiempo transcurrido y las condiciones clínicas del paciente. Es posible en un 75–80% de los casos si se realiza dentro de los primeros diez años posteriores a la vasectomía. Superado ese período, la tasa de éxito disminuye a aproximadamente 20%”, sostiene Cohen.

 

Vasectomía versus vasovasostomía 

La vasectomía busca impedir el paso de espermatozoides al eyaculado. El procedimiento se realiza de forma ambulatoria, bajo anestesia local, y no afecta la función sexual ni hormonal del paciente. La efectividad anticonceptiva se alcanza tras un período de aproximadamente tres meses o veinte eyaculaciones, momento en el cual se confirma la azoospermia mediante espermograma.

La reversión quirúrgica, denominada vasovasostomía, consiste en la reconexión de los extremos seccionados de los deferentes conductos. Se realiza bajo anestesia local y sedación, con asistencia de microscopía quirúrgica. La duración promedio del procedimiento es de tres horas, y la recuperación suele ser rápida. El espermograma postoperatorio mejora progresivamente, y se recomienda esperar entre 12 y 15 meses para lograr concepción espontánea.

 

A quién consultar

La decisión de revertir una vasectomía debe ser abordada de manera interdisciplinaria, no solamente por el urólogo o andrólogo, considerando factores como la edad de la pareja, la calidad espermática, el tiempo transcurrido desde la cirugía original y las expectativas reproductivas. La reversión no garantiza la fertilidad, pero representa una alternativa válida para pacientes que desean recuperar su capacidad reproductiva.

“Es importante la visión del ginecólogo para saber si la mujer tiene al menos un año de tiempo para la búsqueda de familia. Si la reserva ovárica está disminuida, no sería aconsejable la reversión. En el hombre, en casos seleccionados, se realiza biopsia testicular intraoperatoria para criopreservar espermatozoides, permitiendo el uso de técnicas de reproducción asistida en caso de falla de la reversión”, agrega el especialista.

“La vasectomía y su reversión son procedimientos consolidados en la práctica urológica argentina. La experiencia acumulada en instituciones como el Hospital de Clínicas y el Centro Argentino de Urología (CAU) permite ofrecer abordajes personalizados, seguros y éticamente responsables”, concluye Cohen.

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