Corrientes: riesgo extremo de incendio y temperaturas sobre 36ºC
El 2024 se despedirá con elevadas temperaturas y sin precipitaciones a la vista. Para el primer trimestre de 2025 se espera que las condiciones sean idénticas. Desde Defensa Civil por ahora descartan un escenario de sequía producto del fenómeno de La Niña.
Las previsiones meteorológicas para los últimos días del año anticipan un tiempo con elevadas temperaturas. A su vez, las brigadas están atentas a los altos índices de probabilidad de incendios rurales. Las precipitaciones en el próximo trimestre se encontrarían por debajo de los promedios normales.
La Dirección de Recursos Forestales de la Provincia precisó ayer, en su informe diario, que el índice de riesgo de incendio llegó a un nivel «extremo» en Virasoro, Paso de Los Libres y la Cruz. Mientras que se mantiene «muy alto» en Corrientes, Monte Caseros, Mercedes, Esquina, Bella Vista, e Ituzaingó. Asimismo, el indicador llegó a «alto» en Chavarría y San Miguel.
La misma entidad gubernamental compartió el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) para lluvias y temperaturas para el trimestre enero-febrero-marzo 2025. El documento indica que las precipitaciones se ubicarán hasta un 45% por debajo en comparación con los promedios para esta temporada del año. Por su parte, las temperaturas serán en idéntico porcentual superiores a los promedios normales.
El jefe de Operaciones de Defensa Civil de la Provincia, Orlando Bertoni, precisó, en comunicación con diario época, que, pese a los elevados indicadores de incendios rurales, no se registraron focos ígneos de magnitudes severas. «Durante todo el verano vamos estar atentos a los pronósticos, pero por ahora el fenómeno de la Niña está en una fase neutra», llevó algo de tranquilidad.
Fin de año caluroso
El SMN anticipa para los últimos dos días del año elevadas temperaturas. El pico llegaría el 31 de diciembre.
Para hoy se espera en Capital mínimas de 20ºC y máximas de 33ºC; mientras que mañana las temperaturas más bajas serán de 25ºC y 36ºC de máximas. Para el miércoles existe un 40% de probabilidad de lluvias, un episodio que sería el puntapié para un leve descenso de las marcas que dejaría el termómetro alrededor de los 33ºC.
Las previsiones son similares para todas las localidades de la geografía provincial. Los datos coinciden con otros pronosticadores como meteored.com o accuweather.com.
Lluvias menos abundantes y «más espaciadas» para enero
Tras una primavera favorable, caracterizada por lluvias frecuentes y temperaturas moderadas, los especialistas anticiparon que las precipitaciones durante el comienzo de 2025 serán menos abundantes
El climatólogo Leonardo De Benedictis anticipó que las condiciones climáticas de enero estarán lejos de las de la primavera. Aunque lo que pasará en la primera quincena de enero aún no está completamente definido, las proyecciones apuntan a lluvias «por debajo de lo normal». Esto no implicará una ausencia total de precipitaciones. «Es importante aclararlo, porque muchas veces se interpreta que, si llueve menos, significa que no lloverá nada. Habrá lluvias, aunque en menor cantidad», explicó. El comentario es importante ya que se trata de un momento relevante para los cultivos de soja y de maíz.
El experto agregó que «venimos con una buena situación hídrica de la primavera, lo que ayuda a mitigar el faltante de lluvia que podríamos tener durante enero».
En este sentido, el último informe de la Oficina de Riesgos Agropecuarios (ORA) de la Secretaría de Agricultura detalló que los mapas de índice satelital TVDI, que reflejan la situación hídrica de la cobertura vegetal, muestran un «predominio de áreas con humedad superior a la normal para la época del año, lo que representa un cambio importante respecto al período anterior».
No obstante, más que la abundancia de lluvias, lo que será clave, según De Benedictis, es la frecuencia. «En octubre y noviembre, las lluvias ocurrían cada cuatro o cinco días, dependiendo de la región. En enero, esa frecuencia será mucho más espaciada», señaló.
Este cambio en el patrón de lluvias coincidirá con un aumento de la temperatura, lo que, según De Benedictis, generará una tasa de evaporación mucho mayor. «Lo remarco porque, aunque la primavera no fue tan cálida, los fines de noviembre y diciembre fueron muy benévolos desde el punto de vista térmico. En enero, cuando comiencen a elevarse las temperaturas, eso será un factor importante a tener en cuenta, ya que tendremos lluvias más espaciadas y, en el medio, altas temperaturas», anticipó.