Bolsonaro no descarta su detención por la supuesta trama golpista contra Lula
«Hoy día uno puede ser detenido por nada», aseguró el exmandatario al tiempo que evitó confirmar si asistirá a prestar declaración, tal como pidió la Policía Federal, en el marco de la investigación que lleva adelante el Supremo Tribunal Federal.
El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro dijo que no descarta la posibilidad de ser detenido por la supuesta trama golpista de la que se lo acusa y evitó confirmar si acudirá a declarar este jueves ante la policía por estos hechos, aunque garantizó que participará el domingo en las movilizaciones en su apoyo en San Pablo.
«Hoy día uno puede ser detenido por nada», aseguró el exmandatario en una entrevista publicada por la radio CBN Recife, que recogió la agencia de noticias Europa Press.
Bolsonaro negó cualquier implicación en esa supuesta trama que, según la acusación, él y su círculo más cercano orquestaron para impedir su salida del poder tras las elecciones de octubre de 2022, y alegó que para una intentona golpista es necesario contar con «tanques en las calles».
«Tiene que haber armas, una conspiración, tanques en las calles, una autoridad, una figura dirigiendo ese golpe. Nada de eso hubo. ¿Qué locura es esa de hablar de un golpe en Río de Janeiro?», se preguntó Bolsonaro.
El líder opositor evitó confirmar si asistirá a prestar declaración, tal como pidió la Policía Federal, en el marco de la investigación que lleva adelante el Supremo Tribunal Federal.
«Hoy en día cualquiera puede ser detenido sin motivo. Veo compañeros, que trabajaban junto a mi, que están presos. ¿Acusados de qué?», protestó, y afirmó además que las investigaciones tienen la finalidad de entorpecer las candidaturas del Partido Liberal (PL) en las próximas elecciones locales.
A principios de esta semana, la Policía Federal citó al expresidente para prestar declaración en el marco de la operación «Tempus Veritatis», que investiga la supuesta trama golpista que buscaba impedir la asunción del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
A principios de mes, la Policía ejecutó una treintena de órdenes de registro y varias detenciones, entre ellas las de sus antiguos asesores Filipe Martins y el coronel Marcelo Camara, la del mayor de las Fuerzas Especiales del Ejército, Rafael Martins, o la del jefe del PL, Valdemar Costa Neto.
Entre las medidas cautelares que se le impusieron al expresidente están la retirada de su pasaporte y la prohibición de poder contactar con el resto de personas que están siendo investigadas.
La acusación
De acuerdo con la investigación, Bolsonaro habría recibido, analizado y modificado un «borrador» de esta supuesta trama, que comenzaría en un primer lugar cuestionando la legitimidad del sistema electoral para allanar posteriormente el camino a un golpe, que contaría con el apoyo de importantes militares, como los exministros de Defensa Walter Braga Netto y Paulo Sérgio Nogueira, o el exjefe del Gabinete de Seguridad, el general Augusto Heleno Ribeiro.
La investigación por la cual se confiscó el pasaporte de Bolsonaro por temor a que se escape del país la conduce el juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, quien lleva desde hace cuatro años una megacausa contra el bolsonarismo por diversos delitos, entre ellos el golpismo.
Sobre sus planes inmediatos, Bolsonaro comentó que pretende recorrer el país y participar en acciones opositoras, como la que convocó el domingo en su apoyo en San Pablo.
«Tengo la intención, si nada me lo impide, de viajar por Brasil. Si Dios quiere, estaré en (la Avenida) Paulista ahora, el día 25. Un momento de paz en defensa de nuestro Estado democrático de derecho», dijo.
Bolsonaro, inhabilitado hasta 2030 por orden de la Justicia por haber puesto en duda falsamente el sistema de votación brasileño antes autoridades extranjeras, pidió que la marcha no sea «contra nadie», pero solicitó que sus seguidores vayan vestidos de verde y amarillo, los colores nacionales.
Los seguidores del expresidente aprovecharon para utilizar la manifestación del próximo domingo para apoyar al Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y un abogado de Bolsonaro invitó al embajador israelí en Brasil a la concentración.
Esto se da en el marco de la incipiente crisis diplomática generada entre Brasil e Israel por la acusación pública de Lula al país hebreo de cometer un «genocidio» en el territorio palestino de la Franja de Gaza y la comparación de ese accionar con lo realizado por Adolf Hitler contra el pueblo judío en la Segunda Guerra Mundial.
En cuanto a sus planes electorales, Bolsonaro manifestó que hubiese deseado competir en elecciones locales.
«Yo ya estoy fuera, quería ser candidato a concejal en Río de Janeiro para ayudar a (Alexandre) Ramagen», contó el expresidente en referencia al que fuera su jefe de Inteligencia, ahora investigado por las supuestas escuchas ilegales que realizó la agencia durante su gestión.