Un yacaré mordió en la cara a un joven y le realizaron una cirugía reconstructiva
La víctima fue derivada de urgencia al Hospital Escuela y aguarda por una reconstrucción maxilofacial. Especialistas aclaran que los encuentros violentos con humanos son inusuales.
La probabilidad de ser atacado por un yacaré es extremadamente baja, pero de vez en cuando se registran casos aislados y por lo general lo hacen cuando se sienten amenazados. Este fin de semana en Empedrado, a 60 kilómetros de Capital, se dio un confuso episodio.
Según revelaron en declaraciones a medios de comunicación radiofónicos desde el Hospital Escuela «General San Martín», el hecho involucró a un joven de 23 años, quien habría perdido varios dientes y sufrido cortes en su cara.
Fuentes oficiales del centro de salud, ubicado sobre avenida 3 de Abril y Córdoba, ampliaron la información a época y confirmaron que el paciente ingresó el pasado sábado 27 de agosto. «En el mismo momento fue intervenido en el quirófano: le suturaron las heridas de la cara y ese mismo día volvió a su casa», detalló.
La misma fuente aseguró que deberá someterse a una cirugía reconstructiva cuando su rostro se desinflame. Más detalles de cómo se produjo el ataque no trascendieron.
No es la primera vez
En febrero de 2007, un chico de 4 años que se estaba bañando en la Laguna del Iberá, en Colonia Carlos Pellegrini, fue mordido por un yacaré de aproximadamente un metro. El ataque le provocó heridas en las piernas, brazos y tórax. Sin embargo, salvó su vida gracias a la intervención de los médicos del centro de salud local.
Un hecho más trágico sucedió el 14 de enero de 2012; un chico de 7 años de edad falleció luego de ser atacado por un yacaré. Ocurrió cuando estaba junto a su hermano mayor en un arroyo del paraje correntino Colonia Progreso, ubicado en el departamento de Goya.
Desde la Policía de Corrientes informaron que el hecho se produjo cuando los dos niños de apellido Cuevas se refrescaban en un tajamar en una rama del río Santa Lucía, a unos 300 metros de su vivienda.
Como consecuencia del ataque del caimán, el niño de siete años sufrió heridas de gravedad a la altura del cuello y perdió la vida en el lugar.
El veterinario y especialista en reptiles, José Emilio Gassull, había declarado en una entrevista radial: «Para que un yacaré muerda a alguien hay que meterle el brazo en la boca, él no va a buscar el brazo. Es más, va a tratar de escapar de cualquier ser humano que vea».
Gassull explicó también que, a diferencia de sus parientes cocodrilos –que miden hasta siete metros–, el yacaré es un animal pequeño y no tendría la suficiente fuerza para matar a una persona.
