La defensa de Báez pidió la absolución y calificó la causa por lavado de «circo judicial»

El abogado del empresario pidió la «nulidad» de toda la causa, de las pruebas y de las acusaciones de las querellas y sostuvo que se trató de una «fenomenal persecución política y mediática con pretensiones electoralistas montada desde el Estado».
El defensor pidió la «nulidad» de toda la causa, de las pruebas y de las acusaciones de las querellas y sostuvo que se trató de una «fenomenal persecución política y mediática con pretensiones electoralistas montada desde el Estado».
Para fundamentar se exhibieron en la audiencia videos de una visita periodística a la celda de Báez en la cárcel de Ezeiza y los de difusión de una escucha entre el empresario y su abogada.
«Escuchaban a mi cliente en la cárcel», dijo y advirtió que el «sufrimiento» de Lázaro Báez, de 64 años, en este proceso fue «violatorio» de los derechos humanos «en el que está con prisión preventiva desde hace 4 años y medio».
Se trató del final de un alegato en el juicio oral por presunto lavado de activos calculado en 55 millones de dólares, que se sigue a Báez, sus hijos y otros procesados ante el Tribunal Oral Federal 4.
El defensor aludió a un «ridículo y vergonzoso círculo judicial y mediático» montado en la causa judicial en base a los dichos de un «delator premiado» cuya validez cuestionó por haber dado una «declaración ilegal y nula», en relación a Leonardo Fariña.
«Había una obsesión con bolsos, pozos, cuadernos, que impregnó las investigaciones judiciales que pudieron relacionarse con el gobierno anterior, nada de eso se probó en este debate y se siguen haciendo referencias en abstracto cuando no hay ninguna prueba que dé cuenta del traslado de dinero en bolsos desde Santa Cruz a Capital Federal», agregó.
La acusación «en este punto concreto es una vergüenza» agregó, al remarcar «las graves violaciones a los derechos humanos en este expediente», donde tanto Báez como sus hijos son «inocentes», concluyó.
El abogado aludió a una «caza de brujas del Medioevo» en la construcción de la acusación por la supuesta ruta del dinero y su posterior lavado, que «forma parte del objeto procesal de esta causa e indefectiblemente tiene que ser probado».
«Salvo que directamente renunciemos a probar hechos por los que después arruinamos vidas enteras. A menos que se crea que con creencias es lícito y válido arruinarle la vida a las personas, tirándolas en una prisión con penas efectivas», argumentó.
La fiscalía pidió una pena de doce años de prisión para Báez y en las próximas audiencias comenzarán los alegatos de las defensas de los restantes acusados, entre ellas las de sus hijos, Martín, Leandro, Luciana y Melina Báez.



