Itaipú abrió sus compuertas para paliar la histórica bajante del Paraná

Desde ayer y por 12 días, la represa paraguayo-brasileña habilitó los vertederos para flexibilizar la cota de 217 metros y mejorar así la navegabilidad del río. La pronunciada bajante y la poca esperanza de lluvias preocupa a los gobiernos.
En las riberas de Argentina, esperan que el río Paraná suba su nivel. Por acuerdo de cooperación entre Brasil, Argentina y Paraguay, la represa hidroeléctrica Itaipú contribuirá con 8.500 metros cúbicos por segundo de agua durante 12 días, según explicaron autoridades de la entidad binacional.
Desde el Gobierno de Corrientes se informó que esperan un incremento en el caudal del río Paraná, que se logró a través de un acuerdo entre Argentina y Brasil, a través del Instituto Correntino del Agua y del Ambiente (ICAA).
Desde el ICAA informaron que el subsecretario de Obras Hidráulicas de la Nación, Gustavo Villa Uría, explicó que el acuerdo con la represa brasileño-paraguaya aceptó bajar el embalse para que el río Paraná reciba más caudal, al menos hasta el 31 de mayo.
El subsecretario de Obras Hidráulicas de la Nación, Gustavo Villa Uría, quien participó de las negociaciones, admitió que el pedido de la Argentina y Paraguay se hizo con la idea de “paliar la bajante. El desafío es acordar con Itaipú para que libere más agua y el río crezca”.
El funcionario expresó a periodistas del diario de la capital santafesina El Litoral, que “la situación de extrema bajante del río Paraná genera preocupación e incertidumbre para los meses que se avecinan, época del año en que las lluvias escasean en la región. Es por eso que, ante la falta de precipitaciones, la otra opción para paliar el estiaje es que las represas de la Cuenca del Plata, ubicadas donde nace el Paraná y aguas más arriba, liberen mayor caudal”.
La hidroeléctrica de Itaipú (del guaraní “piedra que suena”) es una represa binacional de Paraguay y Brasil, en su frontera sobre el río Paraná, con un desnivel de 120 metros de caída bruta y el título de la “mayor productora de energía del planeta”, desde 2016.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay solicitó la flexibilización del embalse a la cota 217 msnm, para obtener niveles de agua del río suficientes que permitan la navegación de las barcazas que exportan mercaderías.
“Sabemos que esta coyuntura es única y sin precedentes, ya que la sequía ha sido un problema con el cual la Entidad siempre ha lidiado en forma exitosa todos estos años, gracias a la capacidad técnica y humana de nuestros compañeros de la institución. Pero hoy se suma un nuevo desafío, que es la pandemia del COVID-19”, señaló el consejero paraguayo de la Binacional Eduardo Viedma.
El vertimiento no generará perjuicio en la producción de la usina, dado que la demanda solicitada a Itaipú, por parte de Paraguay y Brasil, continúa siendo baja. Esto se debe a que las industrias y los comercios mermaron en sus operaciones a causa de la cuarentena sanitaria, informó la Entidad Binacional.
Explicó que “hay un acuerdo tripartito entre Paraguay, Brasil y Argentina, pero de antes que se construyera Itaipú, y en ese momento estaban disputando los niveles de distribución; fueron los únicos momentos de acuerdo y fue en la década del ‘80. Por eso, actualmente estamos queriendo avanzar hacia un acuerdo, pero requiere dos partes, una de ellas es la política, y es muy compleja”.
Detalló que “en momentos de bajante como estos, es cuando hay que tomar decisiones estratégicas. Si repasamos en el tiempo, en 1969 un grupo de santafesinos (ante una bajante importante que se produjo), propició las acciones para crear el comité gubernamental de la Cuenca del Plata, un comité casi inédito en el mundo. Desde entonces, se favoreció un esquema de negociación con los brasileños, y ahora estamos tratando de reflotar ese comité para que sea el organismo que negocie las nuevas acciones en el ámbito de la Cuenca del Plata”.
La última apertura de los vertederos de Itaipú se produjo entre finales de mayo y principios de junio de 2019, en esa ocasión para propiciar el paso del exceso de agua proveniente del río Paraná, que ya no era posible almacenar en el embalse.
Registros inusuales
La escala hidrométrica de Prefectura Naval Argentina registró ayer una altura de 74 centímetros en el Puerto de Corrientes y oscila alrededor de esta marca desde el 12 de mayo. En tanto, se mantiene cerca del metro desde el 15 de abril.
Las variaciones comenzaron a evidenciarse en las costas correntinas el 10 de junio del año pasado, cuando llegó a 5,50 metros y desde esa fecha comenzó a caer hasta los niveles actuales.
La marca registrada superó el récord de la última década correspondiente a mayo de 2009, con 1,51 metros, y el más reciente: noviembre de 2019 con 1,49 metros, según datos de Prefectura.
Esta situación también pone en riesgo a la fauna íctica del Paraná.
Los peces, al no poder llegar a los cursos de agua, quedan varados en el barro y los bañados.
“Vamos a ver una mortandad muy grande, debido a que los cuerpos de agua son muy playos, de poca profundidad, y las temperaturas son bajas”, adviriteron esos especialistas.