Macri propuso una transición ordenada: seguirá en política

Con un discurso de apenas diez minutos, Macri se encargó de enviar mensajes a todos los sectores. Agradeció a los que lo votaron, pero también aludió con tono conciliador a quienes no lo votaron, a diferencia de aquel lunes posterior a las primarias. “Quiero decirles que en mí siempre van a encontrar una persona que apuesta al diálogo. Siempre voy a poner el bien común por encima de cualquier cosa”, aseguró.En ese sentido, contó que minutos antes de subir al escenario había hablado con Alberto Fernández. “Lo invité a desayunar a la Casa Rosada porque tiene que empezar un período de transición ordenada, que lleve tranquilidad a los argentinos, porque acá lo único importante es el futuro y el bienestar de los argentinos”, dijo, esforzándose por acallar los gritos de los militantes que se jactaban de la actitud de su líder, contrastándolo con lo que fue el embarrado traspaso de mando de 2015. Fue, al mismo tiempo, un gesto de cautela del mandatario ante la incertidumbre respecto a cómo reaccionarán los mercados.
En su alocución, Macri no mencionó al jefe de Gabinete, Marcos Peña. En cambio, agradeció a la vicepresidente Gabriela Michetti y a su compañero de fórmula, Miguel Pichetto, con quien acordó “seguir trabajando juntos”. Destacó a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal (“Deja la vara muy alta en la provincia”) y dijo sentir una“enorme alegría porque Horacio (Rodríguez Larreta) haya sido reelecto en primera vuelta” como jefe de Gobierno porteño.
Más allá de la importancia de retener la Ciudad de cara a la reconstrucción, el triunfo de Larreta le dio otro color a la noche de derrota. “Si en la semana nos daban a firmar esta despedida así, y con Horacio ganando, no había duda que firmábamos el 90 por ciento”, dijo un alto funcionario a Clarín.