El Arzobispo de Corrientes volvió a pedir por la defensa de las dos vidas

El debate por la legalización del aborto fue una de las noticias políticas centrales de 2018, y la discusión consiguió atravesar las fronteras parlamentarias para instalarse de lleno en la sociedad. Ante este panorama, Stanovnik pidió que Dios ilumine a los gobernantes.
Como cada año, además de los aspectos protocolares de los oficios religiosos, los devotos de San Juan Bautista se acercan al templo del barrio Aldana para cumplir con el tradicional quema de muñeco y el cruce de brasas. El Arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, en la misa central que se concretó ayer, brindó una homilía en defensa a “las dos vidas”.
El vicegobernador Gustavo Canteros -a cargo del Ejecutivo provincial-, el intendente Eduardo Tassano, y representes de las cámaras legislativas de la provincia, estuvieron presentes en la fiesta patronal de San Juan Bautista.
El Arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, en el comienzo de su homilía, saludó a las autoridades presentes.
“A San Juan Bautista, le debemos nuestro reconocimiento y gratitud como pueblo”, dijo Stanovnik, en relación al patrono jurado de la ciudad de Corrientes -motivo por el cual ayer fue feriado en capital-. Luego, fue marcando el camino discursivo en la defensa a la vida. “Fuimos creados para la vida y no para la muerte. Los cristianos tenemos un don de fe y fuimos creados a imagen y semejanza de Dios”, remarcó el Arzobispo.
Además, destacó la fiesta litúrgica de San Juan Bautista. “Lo que vivimos en las primeras horas de hoy con la quema de muñecos y el tradicional Tatá Yehasá, marca que la tradición sigue intacta”.
“El muñeco quemado representa a la no vida, ya que echamos lo malo. Sin embargo, la luminaria representa a la luz de la vida y el Tatá Yehasá un desafío riesgoso pero que simboliza a su vez la fe en Dios”, enfatizó. En este sentido, señaló que Jesús dio la vida por nosotros y por este motivo se debe cuidar la vida. “Debemos salvar las dos o todas las vidas que están en juego. Vivimos entrevistados entre nosotros, por diferencias políticas, culturales o deportivas”, dijo Stanovnik, quien en la parte final de su homilía pidió que Dios ilumine a los gobernantes.
Con la tradición a flor de piel
En las primeras horas de ayer, tal como marca la tradición, se procedió a la quema de muñecos.
Luego, una veintena de personas se animaron a pasar por las brasas. Los que las cruzaban, inmediatamente después se acercaron a la carpa que la Cruz Roja montó a escasos metros del corredor de carbón y leña.
En total, fueron más de 15 voluntarios de la mencionada organización quienes brindaron asistencia sanitaria en la Fiesta de San Juan Bautista que inició la medianoche de ayer con la quema de muñecos y el tradicional Tatá Yehasá.
Los cruzrojistas instalaron una carpa sanitaria en inmediaciones de la iglesia del barrio Aldana, y constantemente recorrían el predio en el cual se ubicó la gente que asistió a la fiesta. Mariela Contreras, titular de Cruz Roja Corrientes dijo que anualmente, se brinda asistencia sanitaria en más de cincuenta eventos culturales, deportivos, religiosos y educativos.