Generales

Pichetto, el hombre de los US$5000 millones en un día

Mientras el senador daba su primera conferencia de prensa como precandidato a vicepresidente ungido por Mauricio Macri, se aceleraba el valor en bolsa de las mayores compañías del país. También se multiplicó la cantidad de operaciones. Cuánto ganaron en 24 horas las principales empresas.

Es posible que entre la tarde del martes y la mañana del miércoles pasados los barones de los negocios en la Argentina, donde sobresalen nombres y apellidos como los de Paolo Rocca (Techint), Marcelo Mindlin (Pampa Energía), Miguel Gutiérrez (YPF), Eduardo Escasany (Banco Galicia), Guillermo Reca (Central Puerto), Héctor Magnetto (Clarín), Javier Madanes Quintanilla (Aluar) y hasta Nicolás Caputo, hermano de la vida del Presidente y accionista de Mirgor, hayan apretado el puño de manera sincronizada como quien celebra una victoria.

 

Más allá de sus gustos políticos, para ellos y los accionistas de sus compañías Miguel Ángel Pichetto es el hombre de los US$5000 millones. La afirmación anterior tiene todo de literal y nada de metafórico.

 

En las poco más de 24 horas que pasaron desde que se conoció la nominación del senador peronista como precandidato a vicepresidente de la fórmula liderada por Mauricio Macri las empresas más grandes que están listadas en la Bolsa de Buenos Aires incrementaron su valor de mercado en US$4831 millones. Es un número gigantesco incluso para quienes miden su patrimonio en cifras generosas (no incluye a Petrobras y a Tenaris, porque tienen la parte más gruesa de su actividad fuera del país).

Expuestos con crudeza, los números indican que un conjunto de 22 compañías valía US$34.747 millones el lunes pasado. La postulación de Pichetto se conoció el martes por la tarde. Al día siguiente, esas mismas empresas representaban US$39.579 millones.

El enamoramiento entre el mercado y la nueva fórmula es más que una cáscara. No sólo treparon los precios de las acciones, sino que el martes casi se duplicó el valor operado y estuvo en el nivel más alto del año, marca a su vez que volvió a ser superada por el número del día siguiente. Para los analistas, es una señal evidente de que la tendencia es consistente, a diferencia de lo que podría ocurrir en casos en que suben las acciones, pero sin muchas transacciones.

El salto sorprendió incluso a los operadores financieros, no sólo por el tamaño, sino también por la falta de costumbre. Desde la aceleración de la devaluación, en abril pasado; el estallido de los cuadernos de las coimas y el recrudecimiento del lodazal político por la mejora de Cristina Kirchner en las encuestas, las acciones de las grandes compañías locales iniciaron un sendero a la baja. De hecho, el efecto Pichetto deja a su capitalización (el denominado market cup, que representa el precio que les asigna el mercado a sus negocios) por encima del valor de diciembre o septiembre pasados, por caso, pero lejos de los US$70.910 millones que valían cuando la economía todavía crecía.

 

¿Por qué Pichetto fue tan bueno para los negocios? Una indagación profunda puede ser inabarcable, ya que nadie sabe al final del día cuál es el contorno real de la forma que se denomina mercado. Pero algunas explicaciones emergen de manera casi espontánea.»El mercado ve una ampliación de la gobernabilidad de Cambiemos [rebautizado Juntos por el Cambio] con la adhesión de Pichetto de cara a los consensos que hay que hacer para tener consistencia macro y reformas estructurales en 2020. Eso generó una baja del riesgo país, del dólar y de la tasa de interés, que a su vez les dan impulso a las acciones», resumió Federico Furiase, director de EcoGo. La misma opinión tiene Fausto Spotorno, del estudio Orlando J. Ferreres.

 

Las llamadas reformas son tres: laboral, previsional y tributaria. Hay un consenso cada vez más extendido entre los empresarios sobre la necesidad de avanzar en ellas para bajar el costo argentino y dejar al país en una situación más parecida a la de Brasil, donde parte de la tarea la inició el expresidente Michel Temer y espera culminarla su sucesor, Jair Bolsonaro.

 

En la conferencia de prensa que dio minutos después de haber sido nominado, Pichetto se galvanizó en capitalismo. Comenzó a las 17.08 del martes. A las 17.10 dijo que «compartía con el Gobierno una visión capitalista, un tema que no se discute más en el mundo. Un capitalismo moderno, inteligente, que defienda la industria nacional, pero que exporte, que abra mercados».

 

Ocho minutos después, Pichetto dijo que apoyaba «la continuidad de los actos del Estado, la previsibilidad, el cumplimiento de las obligaciones, no hacer ruptura de obligaciones de manera unilateral, alejarnos de situaciones extremas que nos vuelvan a poner en el aislamiento».

 

Si bien la conferencia de Pichetto comenzó tras el cierre de los mercados, la noticia había comenzado a esparcirse al menos una hora y media antes de las 17, cuando clausura la jornada, por lo que una parte de la noticia fue terminada de digerir en términos financieros al día siguiente.

 

El mundo financiero respondió con ganancias a la narración del senador. Pampa Energía fue una de las grandes ganadoras, con un salto superior al 22% del lunes al miércoles, aunque por detrás del Banco Supervielle y Metrogas.

 

La correlación entre la suba de sus papeles y el esparcimiento de la noticia es punto por punto. Aproximadamente a las 3.15, los papeles de Pampa orillaban los US$28,30 en Estados Unidos. A las 3.38 comenzó a circular la nueva fórmula presidencial. Al momento del cierre, una hora y cuarenta después, llegó a US$29,85, y el ciclo al alza no paró hasta la mañana siguiente.

 

Nadie tuvo rojos ese día, a tal punto que la que menos creció, YPF, adelantó 8% en sus papeles. Y hasta la empresa de la que forma parte Caputo, enredada en las complejidades de la industria fueguina, se apreció casi 10 por ciento.

 

La recuperación de las variables financieras el martes por la tarde fue tan veloz que hasta le dio tiempo al precandidato a vicepresidente para hacer una reflexión sobre el tema, del cual estaba bien informado. Dijo en la conferencia de prensa: «El mercado lee la política, analiza los eventos políticos, percibe los mensajes. Y el mercado, y fundamentalmente Nueva York, los fondos de inversión, los bonos, han tenido un crecimiento muy sensible, extraordinario, de 3,4%, y el riesgo país bajó 40 puntos. Lo cual indica que la decisión presidencial ha sido asimilada de manera correcta por los mercados. Esperemos que siga así».

 

Las finanzas no hablan el lenguaje voluntarista de la política, según Pichetto, y el propio dirigente se define a sí mismo como una persona cuyo temperamento no tiene lugar para las emociones, sino para la racionalidad. Aunque la comunión entre ambos ya estaba sellada, horas más tarde la fortaleció la expresidenta Cristina Kirchner. En la presentación de su libro «Sinceramente» en Santiago del Estero, reconoció que cada vez entiende menos a «estos capitalistas». Apenas un empujón más para que el mercado defina un voto que ya tenía decidido. La Nación

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba