La super final de la Libertadores se jugará sin visitantes
Los presidente de Boca y River ratificaron esta decisión, anticipada por Clarín. Además, buscan cambiar los días: quieren que se jueguen dos domingos en vez de sábados.
Rivales sobre el verde césped, socios cuando se trata del bien común. A fin de cuentas, River y Boca son los clubes más poderosos del país. Y aunque uno y otro sólo quieren ganarse en esta Superfinal, sus presidentes dejaron claro que no están dispuestos a recibir visitantes. Comparten el deseo. Y lo manifiestan sin ataduras.
No habrá hinchas millonarios el sábado 10 en la Bombonera ni simpatizantes xeneizes el 24 en el Monumental. Rodolfo D’Onofrio y Daniel Angelici lo ratificaron en televisión y este lunes lo harán oficialmente. Ambos aseguraron, además, que pedirán jugar los domingos 11 y 25.
Los titulares de Boca y River estuvieron en “Debo Decir”, el programa de América que conduce Luis Novaresio. Cuando el periodista les preguntó si jugarán con visitantes, casi a coro fueron contundentes: “No”.
Al unísono, Angelici y D’Onofrio le pegaron elípticamente a la Conmebol. “Acá vamos a coincidir los dos. Esto se tendría que haber resuelto de otra manera. No puede ser que los presidentes de los clubes no sepamos cuándo nos toca jugar. Fijaron una fecha y no nos preguntaron”, disparó el mandamás azul y oro. “Un día me levanté y me enteré que nos cambiaban el día y el horario, que pasábamos de jugar los miércoles a los sábados. Otro día me levanté y me enteré que teníamos que jugar con visitantes”, se quejó el líder de la banda roja.
Angelici y D’Onofrio se sentaron en sillones enfrentados, pero mostraron conceptos similares. Confirmaron que este lunes se juntarán con los organismos de seguridad y que, finalmente, desestimaron la idea de emitir una carta para Mauricio Macri.
El Presidente de la Nación había dicho el viernes que era una gran oportunidad para que se jugara con visitantes. Su amigo y titular de Boca lo defendió. “Lo hizo de buena leche porque es un apasionado del fútbol. Sé lo apasionado que es. Si no hubiera sido por él, yo no sería presidente del club”, sostuvo Angelici. “No hablé con Macri, no tengo relación. Me sorprendió lo que dijo. Fue un error del Presidente, no tengo dudas”, afirmó D’Onofrio.
Además de los presidentes de los clubes, en el piso estuvo Martín Ocampo, ministro de Seguridad de la Ciudad, que ratificó que están trabajando a largo plazo para que vuelvan los visitantes al ámbito de la Capital, pero que no tenía pensado descuidar a los vecinos y a los barrios para destinar efectivos policiales al fútbol.
Y advirtió que los hinchas no podrán realizar el clásico festejo en el Obelisco después de la consagración. No quieren destrozos en la vía pública.
«Para darle 4 mil localidades a River, tengo que dejar 4 mil socios afuera. Y además tengo que dejar un pulmón entre la tribuna visitante y la de Boca. No puedo poner ni a la venta esas 4 mil entradas. En los clubes hay política. Están las peñas. Es una complicación», dijo Angelici.
«No nos da la capacidad del estadio. Hicimos una reestructuración de la Centenario Alta», agregó D’Onofrio.
El otro tema que se tratará por estas horas tiene que ver con un reclamo de la comunidad judía. Angelici y D’Onofrio recibieron miles de mensajes en sus teléfonos porque el Shabat comienza con la primera estrella del viernes y termina con la primera estrella del sábado.
«No sé cómo consiguieron nuestros Whatsapp, pero nos están pidiendo que no juguemos el sábado. Nosotros tenemos un Boca Kosher y es increíble la gente que va a cada partido», argumentó el presidente de Boca.
«El problema es que directamente no lo pueden ver ni por televisión», añadió D’Onofrio.
A pesar de la resistencia, las autoridades de Conmebol no estarían dispuestas a modificar el plan.
No habrá visitantes, está claro. Y habrá que ver qué pasa con las fechas establecidas. Un hecho es que el Superclásico ya empezó a jugarse fuera de los márgenes del campo de juego y a pura rosca.