Bosques Nativos: proponen recuperarlos con compensaciones por servicios ambientales
Argentina, a partir de la década de 1990, y probablemente desde el año 1980, entró en un nuevo pulso de deforestación favorecido por la inversión en infraestructura, los cambios tecnológicos (transgénicos y siembra directa) y el contexto internacional (globalización) que motivaron probablemente uno de los procesos de transformación de bosques nativos de mayores dimensiones en la historia del país.
Pero además de la deforestación, las masas forestales restantes o bosques nativos han sido además sometidos a severos procesos de degradación y en muchas partes se encuentran seriamente comprometidas sus posibilidades de proporcionar bienes y servicios.
A nivel internacional, ante la agudización del cambio climático cobraron fuerza propuestas de reducir las emisiones de la deforestación y la degradación de bosques (REDD+) como una posible estrategia para la mitigación del cambio climático.
La deforestación representa aproximadamente el 18 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, más que todo el sector transporte del mundo, y de allí la incidencia que tendría la recuperación de bosques en el planeta.
Frente a este nuevo paradigma que apuesta a la recuperación de bosques, un trabajo de investigación en la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE analizó la situación de los bosques del norte argentino luego de la ley de presupuestos mínimos para su protección ambiental, a fin de conocer en profundidad los procesos asociados a su alteración, las normativas vigentes para su protección y uso sustentable, como así también los mecanismos de compensación por servicios ambientales que surgen a partir de ellos.
La Dra. Claudia Luna, autora del estudio e investigadora de la Cátedra de Silvicultura de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del Conicet, explicó que, en el contexto del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, creció el interés de los países en vías de desarrollo con altas y medianas tasas de deforestación en lograr una transición forestal, la cual se define como un patrón recurrente de expansión de la cobertura boscosa.
Destacó en ese sentido la necesidad de dimensionar la información existente en el país, con el fin de facilitar la comprensión de los procesos de transición que se están presentando en la cobertura forestal y en la planificación de estrategias de conservación de la biodiversidad y protección de los bosques.
SITUACION EN EL PAÍS.
Argentina actualmente posee 27.112.000 hectáreas de bosque nativo, y entre 1996 y 2011 se perdieron más de 4 millones de hectáreas de bosque. Esta pérdida se da a una tasa creciente, que en la última década se sitúa en 1,22 %.
Entre el 2010 y 2015 el país ha sufrido una reducción anual en el área de bosque nativo de 297.000 hectáreas.
Los principales focos de deforestación se encuentran en el norte del país, en los ecosistemas de Parque Chaqueño y Selva Misionera, mientras que los procesos más marcados de degradación se dan en las Yungas y los Bosques Andino Patagónico.
Sin embargo, en los últimos años mientras las tasas de deforestación se han visto reducidas en muchos países, la degradación de los bosques ha aumentado.
A diferencia de la deforestación, en la que hay un proceso de conversión de cobertura boscosa a no boscosa; la degradación ocurre mientras se mantiene la cobertura boscosa y resulta en una pérdida de algunas funciones de los bosques que puede llegar a ser irreversible.
En la degradación se considera que los bosques pierden o reducen su capacidad para proveer servicios ecosistémicos o sufren cambios mayores en su composición de especies, provocando afectaciones en el nivel social, cultural y ecológico.
A pesar de tratarse de conceptos diferentes, existe una fuerte relación entre forestación y degradación. En muchos casos la degradación es un precursor de deforestación, aunque en otras ocasiones los bosques pueden permanecer degradados durante mucho tiempo sin llegar al estado de deforestación.
PATRONES REGIONALES DE DEFORESTACIÓN.
La investigación a cargo de la Dra. Luna, como parte de su trabajo final integrador de la Especialización en Manejo de Recursos Forestales (FCA-UNNE), refleja la situación de los principales procesos de alteración de los bosques nativos del norte argentino.
En el caso de las Yungas, se resalta que el agotamiento de los bosques, sumado a la expansión de diversos cultivos, en los últimos años con fuerte incidencia de la soja, han provocado la pérdida de cerca del 80 % del área que cubrían las Selvas Pedemontanas.
En el caso del Parque Chaqueño, es una de las ecorregiones más amenazadas por la deforestación y la degradación, y paradójicamente es la que mantiene el 50 % del contenido de CO2 de los bosques de Argentina.
El avance de la frontera agrícola principalmente está reemplazando grandes extensiones de bosques nativos en la región. Esta deforestación se ha acelerado independientemente de las fluctuaciones en la economía nacional y se ha favorecido por la incorporación de cultivares transgénicos de soja que reducen costos de producción y, posiblemente, favorecen la economía hídrica del cultivo.
Más de la mitad de la deforestación nacional ocurre en este bioma, aunque es también el de mayor superficie remanente en Argentina, el de menor biodiversidad y el que históricamente ha sido más degradado por el sobrepastoreo y el aprovechamiento forestal selectivo.
En la Selva Misiones, su estado de conservación se encuentra afectado por procesos de extracción selectiva y fragmentación del hábitat natural; por el reemplazo de bosque nativo por especies forestales exóticas o monocultivos; por la ganadería con la implantación de pasturas
Lamentablemente, la tasa de deforestación no se ha podido calcular debido a dificultades metodológicas, pero puede afirmarse que alrededor del 50 % de los bosques son secundarios y/o muy fragmentados.
TENDENCIAS EN RECUPERACION AMBIENTAL
Como la deforestación representa aproximadamente el 18 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, reducir las emisiones de la deforestación y la degradación de bosques (REDD+) se ha convertido en una posible estrategia para la mitigación del cambio climático.
Al considerar que las emisiones esperadas para las áreas verdes, solo para la categoría Bosque Nativo, equivalen a 16 veces las emisiones de Argentina para el año 2000; “queda claro que los bosques de nuestro país tienen un alto potencial para mitigar el cambio climático o para agravarlo”.
La región del Parque Chaqueño, una de las ecorregiones más amenazadas por la deforestación y la degradación, es la que mantiene el 50 % del contenido de CO2 de los bosques de Argentina.
La Dra. Luna explica que los esquemas de compensación y pago por servicios ambientales se dirigen a otorgar una retribución monetaria o no monetaria a los dueños de la tierra donde se encuentran los recursos naturales (y los ecosistemas que estos conforman), a cambio de la realización de actividades que implican ya sea la conservación o la ampliación de los servicios que prestan, o bien la abstención de efectuar otras acciones que los perjudican.
A través de las estrategias conocidas a nivel internacional como “REDD+”, se busca que los bosques tengan un mayor valor en pie al que tendrían talados, puesto que se crea un valor financiero en el carbono almacenado en los árboles. Una vez que se mida y cuantifique el carbono, la etapa final de REDD+ incluirá el pago de compensaciones por parte de países desarrollados a los que están en desarrollo por sus bosques en pie.
EXPERIENCIAS PIONERAS.
En Argentina aún son escasos los proyectos “REDD+” en evaluación o ejecución, comentó la Dra. Luna.
Mencionó el caso de la provincia del Chaco, donde se ha presentado un proyecto de ley de régimen de la promoción de compensaciones por servicios ambientales y ecosistémicos, que se encuentra en trámite a la fecha. Este proyecto hace especial énfasis en que los bienes y los servicios ecosistémicos de la provincia del Chaco pueden ser retribuidos o compensados por diversos mecanismos como la captura de carbono atmosférico, o por mantener inmovilizado un reservorio de carbono y evitar su liberación a la atmósfera.
El proyecto tiene como meta la investigación técnica para poder identificar, reforzar los conocimientos existentes y desarrollar políticas para posibilitar la aplicación de implementación del pago por servicios ambientales. Propone habilitar las categorías de bosques de mayor y mediano nivel de conservación en diferentes subcategorías y manejo forestal, de tal manera que los usos de la tierra reciban un puntaje de acuerdo con su capacidad para generar servicios ambientales.
Otra experiencia se registra en la provincia de Misiones que cuenta con la valoración económica del servicio ambiental hidrológico del bosque nativo en la cuenca del arroyo Schwarzenberg, Eldorado. El objetivo general de ese proyecto fue valorar monetariamente los servicios ambientales hidrológicos que prestan los bosques nativos a la cuenca del arroyo Schwarzenberg.
En la misma provincia también se ha llevado a cabo un estudio de factibilidad del establecimiento de un esquema de pagos por servicios ambientales del Bosque Atlántico del Alto Paraná (BAAP); la zona es uno de los sitios estratégicos de biodiversidad que demuestra la importancia biológica de la zona de bosques nativos en pie, junto con sus servicios ecosistémicos. En la iniciativa se seleccionaron cuatro áreas dentro del BAAP, las cuales se han caracterizado en los aspectos ambientales, legales y económicos con el fin de establecer una prioridad.
En la provincia de Jujuy, también se realizó un estudio similar de factibilidad de implementación de un esquema de pagos por servicios ambientales en la cuenca Los Pericos – Manantiales. El estudio se basó en la protección de dos de los principales servicios ambientales: el hidrológico originado ante la presencia de agua como elemento destinado a riego, consumo humano y provisión de electricidad; y el servicio de belleza escénica, motivado por el encanto circundante en el paisaje a lo que se incluye fauna y vegetación. De la información recogida en el lugar se realizó un estudio de prefactibilidad y factibilidad mediante el análisis económico y financiero en cuatro posibles situaciones de flujos de fondos que el sistema generaría.
PERSPECTIVAS EN EL PAIS.
La posibilidad de implementación de esquemas de compensaciones por servicios ambientales y ecosistémicos en Argentina toma fuerza debido a que la inserción de la economía argentina en mercados internacionales y la firma de tratados de libre comercio, exige al gobierno un manejo sustentable de los recursos naturales y el ambiente, al establecer políticas efectivas y económicamente eficientes para priorizar los problemas ambientales, con proyección hacia un mercado de ese tipo.
“Se evidencia la necesidad e importancia de valorar desde un punto de vista económico los espacios naturales en este país, de modo que permita la práctica de este tipo de políticas, para un manejo sustentable del inventario de recursos naturales renovables y no renovables” indicó la investigadora.
Como conclusión, la Doctora Luna manifiesta que la mayoría de los ecosistemas forestales nativos de Argentina presentan desde serias alteraciones y degradación con su consecuente pérdida de biodiversidad, hasta procesos de contaminación relacionados con los asentamientos humanos y las actividades de explotación del recurso.
Ante ello, “no hay mejor estrategia de política ambiental que aquella que concurra simultáneamente a resolver los problemas ambientales y los socioeconómicos con la insustituible acción del Estado”.