Ante la poca demanda, tomateros de Santa Lucia arrojaron su producción a la ruta
“Cuando el tomate esta listo para ser cosechado no se lo puede dejar en la planta, sino termina afectándola. Algunos productores al no poder vender su producción y ante la necesidad de tener que cosecharlos, no les queda otra cosa que tirarlos para usarlos como abono o bien darlos como alimento a los animales”, dijo
“Todos estamos rogando que la demanda pueda crecer y se aumente así el precio que le pagan al productor. Pero más allá de eso existe un problema de vieja data que aún no fue resuelto: achicar la brecha entre lo que le pagan al horticultor y lo que debe abonar el consumidor. Al productor le pagan poco pero el vecino después debe pagar caro”, dijo y apuntó: «nos pagan 30 pesos por cajón, pero en una cadena de supermercados de Goya venden el kilo a 36 pesos»