El PT desafía a la justicia y formaliza la candidatura de Lula da Silva
Luego del fallo que le dictó 12 años de prisión, el ex líder sindical ratificó su decisión de postularse y aseguró que será presidente. Los petistas aseguran que no tienen plan B.
El Partido de los Trabajadores (PT) cerró filas en torno a su líder Lula Da Silva de cara a las elecciones de octubre y formalizó su candidatura como una forma de responder a la condena a 12 años de prisión que le dictó la Cámara de apelaciones de Rio Grande en Brasil.
«Estamos aquí para reafirmar la candidatura de Luiz Inácio Lula da Silva. Será nuestro candidato», dijo la senadora Gleisi Hoffmann, presidenta de la mayor fuerza de izquierda del país en la apertura de una reunión de la directiva del PT en San Pablo.
El ex presidente se reunió con sus partidarios en el edificio de la Central Única de Trabajadores, acompañado por la ex mandataria Dilma Rousseff que presentó en su puerta un afiche gigante que decía «En defensa de la democracia y de Lula».
«La decisión de ayer fue política. Obviamente que no estoy feliz. Pero dudo que quienes me juzgaron tengan la conciencia tranquila», afirmó el dirigente que reúne la condición de ser el candidato favorito y al mismo tiempo el que más rechazo genera entre los brasileños.
«Sin arrogancia, quiero decirles que quiero ser candidato, para ganar las elecciones. ¡Nada de bajar la cabeza!», agregó.
Según los jueces, el ex presidente recibió en concepto de coimas un departamento tríplex en el balneario de Guarujá (San Pablo) de parte de la constructora OAS a cambio de su mediación para obtener contratos en Petrobras. Lula enfrenta otros seis procesos judiciales, pero se declara inocente en todos y denuncia una ofensiva judicial para impedir el retorno del PT al poder.
El fallo incrementó la incertidumbre sobre el destino político inmediato de la mayor economía latinoamericana.
La designación de Lula como postulante a la jefatura de Estado es por el momento simbólica, ya que las leyes electorales solo habilitan a los partidos a inscribir a sus candidatos a partir del 20 de julio. Y pese a disponer de varios recursos para apelar la sentencia, su condena en segunda instancia puede acabar por bloquear su candidatura.
Anticipando esa posibilidad, y aunque aseguran que no tienen «plan B», Lula aseguró que el PT participará de todas formas de la contienda electoral.
En su su discurso de ayer criticó duramente a los tres jueces del tribunal que ampliaron su condena por haberse «comportado como si fueran dirigentes de un partido político».
En ese mismo acto, la senadora Hoffmann -también acusada por corrupción- anticipó que el PT saldrá a las calles y organizará huelgas como parte de un programa de lucha para mantener viva la candidatura de Lula.
Según los últimos sondeos, más de un tercio de los brasileños están dispuestos a votar por Lula, una cifra muy superior al de su competidor más cercano, el diputado de ultraderecha Jair Bolsonaro, que cuenta con el 17% de respaldo.
