Juró el nuevo gobierno de ultraderecha en Austria
Promete doble ciudadanía a la minoría alemana en norte de Italia, lo que llevaría a una secesión y un posible conflicto bélico.
El nuevo gobierno ultraderechista de Austria juró y ya estalló un primer serio conflicto que se proyecta sobre Italia y la Unión Europea, la organización de 28 países a la que pertenecen Roma y Viena. La alianza entre el conservador Sebastian Kurtz, que será primer ministro, y el ultra Heinz Christian Strache, líder del partido de la Libertad, acusado de nostalgias neonazis, arranco con el anuncio de darle un pasaporte austríaco a los tiroleses de la minoría alemana en el Alto Adige italiano. La doble nacionalidad estaría garantizada solo a aquellos que se proclamaron de cepo germano en 2011, que suman el 70%.
El pasaporte étnico fue condenado de inmediato por el subsecretario de Relaciones Exteriores de Roma, Benedetto de la Vedova, que imputó a la ultraderecha gobernante en Austria querer lanzar “un puñetazo de hierro etno-nacionalista”.
El espectro de la escisión de los sudtiroleses de Italia (que los llama altoatesinos y les concedió la autonomía), renueva una vieja disputa que se formalizó al final de la Primera Guerra Mundial, en 1918, cuando los italianos derrotaron a los austríacos, aliados de Alemania, y declararon recuperados territorios históricos que pasaron de mano durante siglos.
La victoria de los ultras en Austria ha reanimado un contraste que eruptó en violencias y que se ha mantenido latente pese a las concesiones de Roma a la minoría alemana. Después de la Segunda Guerra Mundial se creó una región autónoma con dos provincias: una de mayoría italiana, el Trentino, y la otra de tiroleses del sur, el Alto Adigio.
Pese al bilingüismo oficial en la provincia que habla alemán, la nostalgia por la vieja patria austríaca es reivindicada por muchos en los valles y las aldeas tirolesas bajo soberanía italiana.
El vicecanciller italiano Della Vedova dijo que imponer el doble pasaporte por parte de Austria “tendría efectos gravísimos, por ejemplo en todos los Balcanes, minando la convivencia en países, incluso de la Unión Europea, caracterizados por la presencia de ciudadanos de múltiples culturas”.
El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, también italiano, dijo que la Unión Europea “ha terminado con la estación de los nacionalismos”. El nuevo premier Kurz es esperado mañana martes en Bruselas, la capital de la UE, y se espera que hará ostentación de europeismo.
Pero en Italia nadie cree en el europeísmo de la extrema derecha austríaca, sino en el comienzo de un camino peligrosísimo con la doble ciudadanía a la minoría alemana, que terminaría en la escisión del Alto Adigio. Como los 60 millones de italianos no lo permitirían, el riesgo cierto es el de nuevos conflictos bélicos en la región. Es evidente que el “boom” de los neofascismos y neonazismos en Europa comienza a producir efectos desastrosos.
Los partidos de la minoría alemana en la provincia del Alto Adigio son favorables al doble pasaporte y aseguran que lo quieren “con espíritu europeísta”. Una declaración común, sin embargo, destacó que “los altoatesinos perdieron su ciudadanía austríaca con la anexión por parte de Italia: la recuperación de la ciudadanía sería un acto de reparación”. Los más rígidos, que en los años 50 y 60 organizaron hasta guerrillas y grupos terroristas en favor del regreso a la soberanía de Viena, insisten en que el Alto Adigio forma parte del Tirol austríaco. (Clarín)