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Para los empresarios, la economía ya crece, pero limitada por la escasa competitividad

 

ROSARIO.- Entre empresarios del agro y la industria hay consenso: la recesión quedó atrás y la economía está empezando lentamente a crecer, aunque aún hay medidas que deben tomarse para consolidar la reactivación en el mediano plazo.

Allí aparecen las menciones de factores como la competitividad, las carencias en infraestructura, la dinámica laboral o el déficit fiscal, ejes de un debate que interpela al Gobierno y al sector privado.

El sociólogo y ex ministro de Educación de la Nación destacó el potencial del sector: «El mundo se abre a la Argentina por el crecimiento en la demanda de alimentos en los países emergentes».

Para Martín Berardi, director general de Ternium Siderar, el aumento en el nivel de actividad del campo se tradujo en mayor demanda para la producción de su compañía. «La producción agrícola reaccionó con dinamismo al cambio de escenario. Esta campaña está 14% arriba de la anterior y es importante porque la producción de granos aporta alrededor del 10% del PBI», destacó.

Los últimos números del Indec, que reflejaron un incremento del 93% de la facturación del sector de la maquinaria agrícola en el segundo trimestre, confirman la tendencia. «Nuestras ventas en el primer semestre estuvieron un 1% por encima de 2016, pero en el segundo trimestre fueron un 7% mayores y en julio ya crecen al 16%», planteó Berardi, quien sumó a la construcción y al sector de la energía, impulsado por Vaca Muerta, como las áreas que sostienen la reactivación.

Comunión público-privada

Para el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile , la Argentina debe eliminar «dicotomías tales como pensar el campo como opuesto a la ciudad» y la «agroindustria no como sector primario, porque puede agregar valor. La Argentina es 6° productor mundial de alimentos y 13er. exportador. Pero pensamos ser el 9°», proyectó, y destacó que el país superó los 30 millones de hectáreas sembradas y llegó a una cosecha de 150 millones de toneladas.

«Agro e industria no son contrapuestas, van de la mano. En nuestro caso, el campo representa el 60% del negocio», lo apoyó Daniel Herrero, presidente de Toyota Argentina, que tuvo a la Hilux, fabricada en su planta de Zárate, como el vehículo 0 km más vendido de 2016 y este año incrementará 30% la producción de esa pick-up.

Roberto Urquía, apoderado general de Aceitera General Deheza, pidió mayor interacción público-privada para diseñar políticas que impulsen el desarrollo de empresas que agreguen valor a la producción agrícola. Para ello, reclamó mayor inversión en infraestructura para ganar competitividad.

«Aquí la distancia media a puertos es tres veces menor que la de Estados Unidos (350 km vs. 980 km), pero sólo 6% de la producción se transporta en barcaza, frente al 61% de allá. Esa tendencia se replica en el ferrocarril: representa el 10% del transporte de carga en la Argentina, mientras en Brasil mueve un tercio de la producción», ejemplificó.

Las referencias al dólar, la inflación y el déficit fueron recurrentes. Es lo que más preocupa a los empresarios. «El déficit fiscal es la madre de problemas como la inflación, el dólar y el crédito. El Gobierno se ha planteado metas y es importante que las cumpla», pidió Berardi. Por otro lado, definió como un desafío pasar de una tasa del 16 a otra del 21 o 22% del PBI en inversión. «La que tiene que aparecer ahora, después de un primer impulso del Estado, es la inversión privada», admitió.

Buryaile ratificó la disposición oficial por alentar ese despegue. «Desde enero bajarán las retenciones a la soja 0,5% por mes para ir del 30% de hoy al 18% al final del mandato presidencial», recordó.

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